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Barranquilla, Atlántico, Colombia
Primero esencialmente caribe, después ambientalista, arquitecto, avaluador, urbanista. Distribuyo mi tiempo entre dos descansos: el del sopor de la tarde y el de la buena noche. Y, entre los dos, uno que otro cada vez que se puede. Lo suficientemente rápido para que mis hijos me digan ¡La tortuga veloz!

28 mayo, 2008

Ni siquiera un buen fin justifica que los políticos mientan

Se reproduce este articulo porque se considera necesario para el futuro de la ciudad.
Hans Küng, el reconocido y polémico teólogo suizo analiza en este artículo un tema central de la política de estos tiempos en todo el mundo.
Martes 27 de mayo de 2008 .La NACION. TUBINGA, Alemania. – Un presidente, ¿debería mentir? ¿Debe hacerlo en ciertas circunstancias? Este interrogante ético será fundamental para el sucesor de George W. Bush. El ex secretario de Estado Henry Kissinger no tiene reparos en justificar las mentiras. Cree que el Estado y, por ende, el estadista tienen reglas morales distintas de las del ciudadano común. Aplicó este criterio en sus años de funcionario del gobierno de Nixon. Más tarde lo defendió enérgicamente en su libro La diplomacia (1994). Allí expresa su admiración por Richelieu, Metternich, Bismarck y Theodore Roosevelt, entre otros muchos personajes históricos. Cuando le dije que semejante política de poder me parecía inaceptable, él replicó, no sin cierta ironía, que el teólogo veía las cosas “desde arriba” y el estadista, “desde abajo”. En 2007 formulé la misma pregunta sobre la mentira y la moral política a un buen amigo de ambos: Helmut Schmidt, ex canciller de Alemania Federal, que acababa de dictar la Conferencia sobre etica global en la Universidad de Tubinga. 'Henry Kissinger dice que el Estado tiene una moral diferente de la del individuo. Es la vieja tradición maquiavélica -le expresé-. ¿Acaso el político que se ocupa de las relaciones exteriores tiene, en realidad, una moral especial? ''Estoy firmemente convencido de que no hay una moral diferente para el político, incluido el que trata las relaciones exteriores -respondió Schmidt-. Muchos políticos europeos del siglo XIX sostuvieron lo contrario. Tal vez Henry sigue viviendo en el siglo XIX... No lo sé. Tampoco sé si todavía defiende ese punto de vista.' Aparentemente, sí. Hace poco, al recomendar una mayor participación militar en las guerras de Irak y Afganistán, Kissinger se mostró como un político que continúa pensando en términos maquiavélicos. Por otro lado, en fecha reciente abogó por el desarme nuclear. ¿Es una contradicción o una señal de la sabiduría del anciano? En las reuniones del Consejo de Interacción -constituido por ex jefes de Estado y de gobierno, y entre cuyos asesores me cuento- también se discuten cuestiones éticas. Recuerdo que en 1997, entre todos los interrogantes en torno a la Declaración de las Responsabilidades Humanas, emitida por el Consejo, ninguno suscitó un debate tan vivo como éste: '¿No hay que mentir?'. El artículo 12 de la Declaración se refiere a la veracidad, y dice: 'Nadie, por importante o poderoso que sea, debe mentir'. Pero le sigue una contrapartida: 'El derecho a la intimidad y a la confidencialidad personal y profesional debe ser respetado. Nadie está obligado a decir constantemente toda la verdad a todo el mundo'. Así pues, por mucho que se ame la verdad, no se debe caer en el fanatismo. Pero no exageremos. Los políticos también son seres humanos y, en un aprieto, hasta una persona veraz puede mentir. No me refiero a las mentirillas jocosas, sino a las mentiras deliberadas. Una mentira es una declaración que no concuerda con la opinión de quien la formula y apunta a engañar a otros, ya sea para perjudicarlos o bien para obtener una ventaja personal. Como dice el Decálogo: 'No darás testimonio falso contra tu prójimo' (Exodo 20:16). Cierta vez, un ex ministro de Relaciones Exteriores de un país del sudeste asiático me contó, sonriente, que en su ministerio alguien había definido así a un embajador: 'Es un hombre enviado al exterior a mentir'. Hoy, ya no se puede construir una diplomacia eficiente a partir de esa noción. En la época de Metternich y Talleyrand, dos diplomáticos todavía podían mentirse abiertamente el uno al otro. Hoy, pese a todas las astutas tácticas de negociación, la franqueza es un requisito de cualquier diplomacia secreta eficaz. A la larga, el juego sucio y el engaño no dan resultado. ¿Por qué? Porque socavan la confianza. Y sin confianza es imposible hacer una política que modele el futuro. Por tanto, la primera virtud diplomática es el amor a la verdad. Así lo dijo el diplomático británico sir Harold Nicolson en su libro La diplomacia (1939). De paso, Kissinger sólo menciona este clásico a regañadientes en la página de copyright de su obra homónima. Jamás lo cita en el texto. Esto da la razón a Thomas Jefferson y otros estadistas como él: hay una sola ética, y es indivisa. Ni siquiera los políticos y estadistas tienen derecho a una moral especial. Los mismos criterios éticos se aplican por igual a los Estados y los individuos. Ni aun los fines políticos justifican el uso de medios inmorales. En consecuencia, la veracidad -reconocida, desde la Ilustración, como el requisito básico de la sociedad humana- rige no sólo para el ciudadano común, sino también, y en particular, para los políticos. ¿Por qué? Porque los políticos son especialmente responsables del bien común. Además, gozan de bastantes privilegios. Si mienten en público y faltan a su palabra (sobre todo después de las elecciones), el resentimiento popular resulta comprensible. En las democracias, lo pagan con la pérdida de confianza, de votos y hasta del cargo. Las mentiras individuales, como las que soltó el ex presidente Bill Clinton en el caso Monica Lewinsky, son malas. Pero peor es la falsedad que llega al corazón de las personas y a sus actitudes básicas (pudimos percibirla en el presidente Bush en estos cinco años de guerra en Irak). Y lo peor de todo es la mendacidad, capaz de impregnar vidas enteras. Según Martín Lutero, para que una mentira se parezca a la verdad o tenga apariencia de tal, tiene que traer consigo otras siete. Sin duda, también hay políticos y estadistas honestos. Conozco unos pocos. Todos deben practicar la astucia, tanto como la virtud de la veracidad. Deben ser inteligentes, perspicaces,ingeniosos y astutos, pero nunca aviesos. Deben saber cuándo, dónde y cómo hablar... o callar. No todo circunloquio o exageración es de por sí una mentira. Nadie discute que, en situaciones acotadas, puede haber conflictos de responsabilidades en los que los políticos tengan que decidir según su conciencia. 'Hubo muchos momentos difíciles. No podíamos decir la verdad y, a menudo, teníamos que callarla u ocultarla', me contó el ex presidente norteamericano Jimmy Carter tras una sesión del Consejo de Interacción. Y añadió: 'Pero en mis tiempos no mentíamos en la Casa Blanca'. Esto me impresionó profundamente. Por Hans Küng Para LA NACION © Hans Küng y LA NACION (Traducción Zoraida J. Valcárcel) LA NACION.COM

26 mayo, 2008

Frase de hoy

"Basta un poco de espíritu aventurero para estar siempre satisfechos, pues en esta vida, gracias a Dios, nada sucede como deseábamos, como suponíamos, ni como teníamos previsto."

Física Cuántica. El Reino de la Creación

Este articulo me lo envió un amigo. Vale la repoducción.
Fecha del artículo 1/12/2003
Por Cuauhtli Arau La ciencia moderna es la nueva religión del mundo. En la mente madura del hombre la evidencia nos conduce al camino de la verdad. La ciencia no inventa las cosas, simplemente las descubre y describe, de esta manera la ciencia no inventó la fotosíntesis por ejemplo, simplemente la descubrió y la describió. Ciencia y religión convergen porque ambas son descripciones de la realidad, esta realidad a la que podemos llamar universo o Dios indiscriminadamente sin cometer fallo alguno. Hasta hace alrededor de un siglo, la ciencia tenía su terreno donde todo le era claro. A través de la química, la biología y la física un científico puede predecir prácticamente cualquier suceso y describirlo sin rango de error, pero este estudio se limita siempre al mundo material. La religión entonces tomaba todo lo que quedaba fuera: Espiritualidad, sentido de la vida, supervivencia del alma a la muerte, etc. En 1900 el físico Max Planck cambió este modelo para siempre. Tratando de resolver un problema de radiación, expuso una teoría que decía que la energía al igual que la materia está formada por pequeñas unidades llamadas "quantos" en vez de ser un continuo energético como de había pensado con anterioridad. El estudio de la física cuántica cambia todo nuestro entendimiento sobre los fundamentos básicos del universo conocido. Con ella, la ciencia ingresó sin proponérselo a este campo que tradicionalmente había sido terreno religioso llamado "mundo espiritual". En primer lugar la física cuántica ha demostrado en sus intentos por comprender las leyes que rigen el mundo de las partículas subatómicas que el observador de la materia, es decir la conciencia, altera el mundo subatómico cuando éste es observado. Esto nos ha llevado a muchísimas conclusiones científicas, morales y espirituales. En otras palabras, la física cuántica ha demostrado que somos co-creadores del universo junto con Dios, que si vemos un árbol en vez de un cúmulo de moléculas en acción es porque la conciencia humana concede a la realidad estas características particulares. Y ahora si, cuando recordamos ese antiguo Coan Zen que nos pregunta "Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie presente, ¿éste hace ruido?" desde el punto de vista de la física newtoniana la respuesta era "sí, por supuesto que hace ruido, porque el sonido son ondas que se generan como resultado del choque de la materia con la materia", pero desde el punto de vista quántico la respuesta es otra. El árbol no hace ruido a menos que una conciencia lo configure de esta manera, en ausencia de una conciencia las partículas que componen el árbol así como las partículas con las que choca simplemente reaccionan de maneras impredecibles y no generan sonidos porque las partículas subatómicas no son ni partículas ni ondas. Son ambas cosas al mismo tiempo. A la luz de estos descubrimientos ciertas cosas que tradicionalmente han sido clasificadas como espirituales toman un sentido más bien científico. La plegaria, la afirmación metafísica, la meditación y la visualización creativa son funciones elevadas de la conciencia humana, y estas funciones interactúan con la realidad de manera específica en el mundo quántico que es la matriz del mundo material, ya que es aquí donde la energía se convierte en materia. El segundo aspecto que podemos conectar con lo espiritual es la descripción de estas partículas subatómicas que son los ladrillos de los que está formada la realidad. Estos ladrillos están formados en su 99,999 por ciento de vacío y solamente en un 0.001 por ciento de algo que ni siquiera es sólido, pero al menos tiene propiedades medibles. La realidad materialista que percibimos cambia radicalmente entonces. El universo conocido está principalmente formado por infinitos cúmulos de nada, de vacíos lo cual ya había sido descrito por las tradiciones antiguas de pensamiento, incluso por la masonería que inicia sus rituales diarios con una orden "Silencio Hermanos Míos", dándonos a entender que lo primero que existe es el silencio, el vació, la luz obscura del judaísmo, o el AUM budista que se dice fue lo que antecedió a toda creación. Este trabajo no puede ser tan extenso como para hablar de todos los descubrimientos de la física cuántica ni de sus implicaciones científicas, morales y espirituales, pero sí puedo decir que el descubrimiento de este nivel de la realidad es el descubrimiento del nivel de la generación divina y nuestra. Este es el mundo del alma y aunque las escuelas esotéricas promulgan la creencia en la generación y la inmortalidad del alma, la física cuántica nos lo demuestra y en eso radica su virtud. Termino este trabajo con un breve listado de características de los tres mundos que componen nuestro universo y de los cuales dos ya han sido descubiertos y descritos por la ciencia, estos datos provienen del libro de "Conocer a Dios" del Dr. Deepak Chopra. Características del mundo material o Universo visible: • Los acontecimientos están definidos• Los objetos tienen límites fijos• La materia domina sobre la energía• Es tridimensional• Perceptible por los cinco sentidos• El tiempo fluye en línea recta• Cambiable• Sujeto a decadencia• Los organismos nacen y mueren• Es predecible• Causas y efecto son fijos Características del Universo quántico: • Se manifiesta la creación• Existe la energía• Empieza el tiempo• El espacio se expande desde su origen• Los hechos son inciertos• Ondas y partículas se alternan unas con otras• Sólo pueden medirse probabilidades• Causa y efecto son fluidas, no se distinguen• Nacimiento y muerte suceden a la velocidad de la luz• La información esta inmersa en energía Universo espiritual: • Sin energía• Sin tiempo• Ilimitado, cada punto del espacio es cada uno de los otros puntos • El todo existe en cada punto • Silencio infinito • Dinamismo infinito • Correlación infinita • Poder infinito de organización • Potencial creativo infinito • Eterno Inconmensurable Inmortal, mas allá de la vida o la muerte • No causal

16 mayo, 2008

La virtud

La virtud es una especie de salud, de belleza y de buenas costumbres del alma.
PLATON

12 mayo, 2008

¡Pérdidas y fútbol!

Hoy reflexiono, tal como en el pasado sobre el partido que se perdió. De pronto es mejor y más prudente callar. Pero, prefiero decirlo. Intento que sean un aporte al equipo, tal como se hizo el año pasado, en que me costo mucho tratar de convencerlos de mantener un estilo de juego que nos permitiera mantener la portería en blanco y así, si no se ganaba no se perdía tampoco. Y, funcionó. El sábado pasado, la pérdida más importante no son los puntos del partido sino la pérdida de un jugador que se ha convertido en muy importante porque le da equilibrio al equipo. Funciona muy bien, tanto en el medio de recuperación como en el ataque: Freddy Guzmán. Cuidarlo, ha debido ser en un momento prioridad por encima del ataque. Sin embargo, voy a tratar de explicarles, como aun bajándolo a jugar al medio y evitar los enfrentamientos con los defensas que golpeaban por detrás, nos habría sido mas provechoso desde el punto de vista táctico. Ellos tienen unos delanteros rápidos y habilidosos, y unos medios que tocan bien y en conjunto. Medios parejos en quite y entrega inmediata sin tratar de mostrar que pueden ser más de lo que se es. Contrario a algunos de los nuestros. Juegan simple y sencillo. Al bajarlo al medio campo lográbamos dos cosas: 1. Evitábamos el roce con los defensas, y 2. Recuperábamos el balón en el medio y podíamos jugar mas. No se hizo y el resultado ya lo sabemos: Freddy por fuera por lo menos dos fechas, si acaso el informe no da para muchas más. La pérdida de Jairo López: Enfrentaba delanteros rápidos como ultimo. Fuera de toda lógica. El rápido y fuerte del grupo de defensa es Jota Fontanilla. A el le toca esa tarea. Jairo López con una amarilla y los delanteros rápidos y habilidosos era, y fue, crónica de una expulsión anunciada. Un cambio posicional ha debido bajarle la responsabilidad a Jairo López. El argumento del ataque no es valido porque la primera condición para atacar es tener la pelota, y la pelota la tenían ellos. Lo que se hacia, era jugar a un pelotazo loco y anunciado que ellos controlaban jugando con dos y aun tres defensas para controlar por detrás a los que recibían: Peralta y Freddy. Ellos, los ingenieros, siempre jugaron marcando a los iban a recibir. Y, a veces con dos. Por hoy, ¡basta!

09 mayo, 2008

¿Vives en una ciudad sin imaginación?

"La verdad se parece mucho a la falta de imaginación."
Enrique Jardiel Poncela
Cualquier parecido de la frase con la situación de la ciudad de Barranquilla es simple y pura coincidencia.