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Barranquilla, Atlántico, Colombia
Primero esencialmente caribe, después ambientalista, arquitecto, avaluador, urbanista. Distribuyo mi tiempo entre dos descansos: el del sopor de la tarde y el de la buena noche. Y, entre los dos, uno que otro cada vez que se puede. Lo suficientemente rápido para que mis hijos me digan ¡La tortuga veloz!

07 octubre, 2011

Las sociedades secuestradas

En las sociedades de todo el mundo se apela, por parte de actores por lo general fuera de la ley –y aún dentro de ella-, al secuestro como acción para lograr ciertos objetivos por una vía más corta y directa. Los objetivos pueden ser políticos, económicos, religiosos, o de cualquier otro orden.
En el DRAE, se encuentra que secuestrar (Del lat. sequestrāre) es retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines. Hay varias acepciones más pero para lo que nos ocupa es esta la que nos interesa. No siendo del todo detallado podríamos decir que las características del secuestro son: 1. La retención indebida (privación de la libertad) de una persona; y, 2. Exigir dinero por su rescate, o para otros fines. Sabido es que el secuestro afecta de manera profunda a las personas y a sus familias: Por ejemplo, se acaban los matrimonios, los hijos sufren por la ausencia de los padres o lo contrario; dependiendo de quién sea el secuestrado, se acaban los patrimonios familiares, etc.; y, peor aún, cuando el secuestrado muere. Por lo general los delincuentes no son apresados y no se les hace pagar por ello. Prima una justicia, que además de ciega, no cuenta con bastones ni lazarillos para tratar de avanzar a tientas en el castigo.
Más sin embargo, hay unos tipos de secuestros que son tanto o más peligrosos que los previamente anunciados; los cuales no son denunciados porque casi nadie se da cuenta de que es un “secuestrado”. Podría decirse que es una especie de deformación del síndrome de Estocolmo. Se produce una extraña simbiosis entre ambos agentes del delito. Mi papa, citando a mi abuela, decía que si tú teniendo dinero para darte un gusto no te lo das, eres un esclavo.
Se escucha, se ve, se lee, se comenta, en los diferentes medios masivos de divulgación de información sobre las características de las diferentes sociedades en la región. Se habla de la carencia de analfabetismo en Cuba, sus avances en salud, pero al mismo tiempo se señala la escasa participación de sus habitantes en las decisiones, en el bajo nivel de ingresos y nivel de vida. Se habla del alto nivel educativo de USA, sus avances tecnológicos en los diferentes campos, su democracia, el alto nivel de ingresos y nivel de vida de sus habitantes; pero al mismo tiempo de cómo se desmorona su economía y de la degradación de su familias y su sociedad. Un recorrido por toda la América nos muestra un panorama nada agradable en general. Pero, ¿en que se parece Colombia tanto a la una como a la otra? Nos aventuramos a expresar que ambas son sociedades secuestradas y por lo tanto Colombia, y la ciudad de Barranquilla como parte de ella, son sociedades secuestradas.
La línea argumental sigue la ruta del método del indicio como prueba; y, si se cumplen las características del secuestro: La retención indebida o privación de la libertad de una persona, en este caso para otros fines, se configura el secuestro. Y, si se trata de la sociedad, es entonces una sociedad secuestrada.
¿Vivimos en una sociedad secuestrada? Si existen indicios pueden ser, o son, la prueba de que si. La Republica de Colombia es una sociedad en la cual más del 80% de sus habitantes viven en condiciones de pobreza. En Barranquilla el 80% de la población vive en estratos bajos, sin que lo uno sea del todo igual a lo otro. Si se pregunta ¿Cómo está la salud? ¿La educación? ¿La alimentación? ¿Existe libertad para pensar y opinar? ¿Hay acceso a la vivienda y a los servicios básicos? Lo más posible es que la respuesta sea que los indicadores son bajos pero que no existe pobreza según la nueva metodología del DNP y la nueva línea de medición y de frontera. Lo llaman línea base social. Si retomamos lo que decía mi papá, que la diferencia entre la libertad y la esclavitud estaba en el hecho de decidir sobre la persona. Que podía hacer, o no, con su vida y su dinero. Tenemos entonces que hacernos las preguntas que sugieran los indicios: ¿En las sociedades actuales el hombre del común puede decidir sobre su vida? O, ¿Deciden otros? La respuesta está al alcance de todos. Y, es el indicio como prueba.
Se podría argumentar por parte de algún sector de la sociedad que no es culpa de ellos que el común no tenga la capacidad para generar empresa, empleo y riqueza; que es lo que falta en este país. Es una línea argumental válida pero que no invalida la idea del secuestro como un genérico social.  
Se podría afirmar que el hecho de no tener dinero o el no poder generar dinero para los gastos básicos y gustos mínimos es una forma de esclavitud, ya que obliga al hombre a desarrollar acciones propias de ella. Si se mira con un lente de amplio aumento y espectro la una y el otro tienen muchas similitudes aunque en el fondo sean diferentes así sus resultados tiendan a ser parecidos o iguales: - Desligar al ser humano de su esencia de alma[1]. Alienación lo llaman algunos. De hecho es una forma de secuestro o el secuestro podría ser una forma de esclavitud. De hecho es una forma de secuestro o el secuestro podría ser una forma de esclavitud. Y entre más personas estén en las mismas condiciones más secuestrada es la sociedad.
Si buscamos por el lado de la libertad. (Del lat. libertas, -ātis), la cual es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos; y, también, el estado o condición de quien no es esclavo. Y, tenemos que la población no puede hacer uso de su libertad, entonces estamos ante una sociedad esclavizada o secuestrada.
Se podría deducir que existen varios tipos de secuestro de la sociedad; o de formas de esclavizar. ¿Cuál es uno de los más sutiles medios de secuestro y esclavitud? Las elecciones o más bien el sistema electoral. El sistema electoral tiene secuestrada a la sociedad colombiana. La sociedad colombiana dura cuatro años sin poder hacer nada (como privados de la libertad, una característica del secuestro) hasta las nuevas elecciones. Un voto se compra o se paga a 50 mil pesos de los cuales 10 mil son para el capitán electorero, así que el vendedor de su alma recibe 40 mil. Cada persona que vende su voto (otros fines) se empeña o se secuestra o se esclaviza por 28,40 pesos al día durante cuatro años. ¿Puede el vendedor del voto reclamar algo a su elegido? Sinceramente no creo que sea posible. ¿Cuántos secuestrados de este tipo hay? ¿Qué sociedad configuran? La respuesta podría ser: - Una sociedad secuestrada.
Otra forma de secuestrar es mediante el engaño y la ilusión. Un capitán puede acceder a un puesto, lo cual es otra forma de vender el voto, de un salario mínimo y medio por mes, si consigue 50 votos. Si los compra se gasta dos millones quinientos mil pesos, o se los compra el político al cual le interesan los 50 votos por cualquier medio. A un capitán le dan el puesto por dos años, pero asumamos que son los cuatro. Redondeando un salario y medio son 900 mil. Si los compró en tres meses paga la inversión y el resto es ganancia. Este es un tipo de secuestro o esclavitud diferente. ¿Cómo se garantiza la obligatoriedad del voto? Reteniendo la cedula ¿es una manera de secuestro? ¡Claro que sí! ¿Que se le ofrece al electorado? ¡Puras ilusiones! Al votante, que no al pueblo, se le ofrecen ilusiones sobre los principios fundamentales. La democracia colombiana y su sistema electoral han secuestrado a la sociedad. En todas las instancias de la sociedad en la cual hay elecciones los vendedores de ilusiones convierten los principios en nubes pasajeras negociables. ¡Y, siempre ganan! Llámese Cámara de Comercio, Universidad del Atlántico, Cooperativa, Asociación de Jubilados o de profesionales, etc.  Entre una elección y otra te retienen de manera indebida, para otros fines, en todo caso presumiblemente non sanctos. ¿Cuántos secuestrados de este tipo hay? ¿Qué sociedad configuran? La respuesta podría ser: - Una sociedad secuestrada.
Otra forma de secuestro es cuando el estado, o los que administran el estado, coartan la libertad de expresión. Casos recientes Ecuador y Venezuela por ejemplo. Una sociedad que no puede expresar lo que piensa es una sociedad secuestrada. Y, ese es uno de los peores secuestros. Una de las facultades más interesantes e importantes que posee el ser humano es la capacidad de pensar. Se dice que es lo que lo distingue de los animales. Alcanza su máxima expresión en el principio de que el hombre es libre para pensar y opinar. Cuando el hombre pierde, o no tiene, el acceso al trabajo, a la alimentación, a la vivienda, a la salud, a la educación; solo le queda la facultad de pensar y opinar. Y si se la coartan, por cualquier medio externo a él, ¿en que se convierte? La respuesta podría ser: - ¡En un secuestrado!  ¿Cuántos secuestrados de este tipo hay? ¿Qué sociedad configuran? La respuesta podría ser: - Una sociedad secuestrada.


[1] Alienación. (Del lat. alienatĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de alienar. || 2. Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición. || 3. Resultado de ese proceso. || 4. Med. Trastorno intelectual, tanto temporal o accidental como permanente. || 5. Psicol. Estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad.