Arquitectura Urbana Gerencia de Proyectos - Asesorías - Avalúos El estado del alma del blog sigue siendo la cotidianidad del caribe, la cual es tan imaginaria como real y hace que la vida se viva como se debe vivir: ¡Lentamente! ¡Ahorita! ¡Más luego! Se incorporan temas de avalúos, gerencia de proyectos, asesorías en medio ambiente, urbanismo y ordenación territorial, gestión de suelo, planes en general.
- Leon Segundo Fernandez Rivera
- Barranquilla, Atlántico, Colombia
- Primero esencialmente caribe, después ambientalista, arquitecto, avaluador, urbanista. Distribuyo mi tiempo entre dos descansos: el del sopor de la tarde y el de la buena noche. Y, entre los dos, uno que otro cada vez que se puede. Lo suficientemente rápido para que mis hijos me digan ¡La tortuga veloz!
05 febrero, 2008
LA CIUDAD Y LOS MEGAPROYECTOS
El impase del edificio de la caja agraria en el marco del proyecto de recuperación del Paseo de Bolívar. El edificio de la antigua Caja Agraria se ha convertido en un impase de esos que el barranquillero del común llama un “incordio” para uno de los mega proyectos bandera de la actual administración. Para el caso se han pronunciado desde el vendedor de tintos hasta el Vicepresidente de la Republica, pasando por catedráticos, directores de agremiaciones, escritores, intelectuales y eruditos de la arquitectura. Solo falta el pronunciamiento institucional de las Facultades de Arquitectura de la Ciudad y de las agremiaciones correspondientes. Ya una de ellas se pronunció al respecto y al poco tiempo cambio su concepto en un viraje de 180 grados, lo cual no es extraño. Me parece que es una situación de esas en las cuales todo el mundo tiene la razón. Y como todos tienen la razón entonces la razón no es de nadie. Es posible –más bien lo más seguro- que sea una situación igual a la de la culpa. Cuando la culpa es de todos no es de nadie. Si se mira desde el punto de vista de lo urbano –de los urbanistas- y se aprecia el paisaje urbano existente en la actualidad desde cualquiera de los accesos al sector la razón la tienen aquellos que defienden la “demolición” del edificio. No hay duda alguna de que es un “incordio”[1], un obstáculo a la fluidez del espacio, y estaría en contra de la concepción urbanística si uno de los conceptos utilizados para el proyecto fue el de “continuidad”. Aquí hay una razón válida. Si por el contrario para la concepción urbanística del proyecto se han utilizado conceptos de paisaje urbano que involucren los blocaos, cierres y aperturas tal como lo propone el urbanista ingles Gordon Cullen, entonces el edificio se podría dejar pero con ajustes en las edificaciones que conforman las estructuras paisajísticas de los paramentos laterales del espacio proyectual. Aquí hay otra razón válida y van dos. Los argumentos del Arquitecto Giancarlo Macchi B., que conducen a la liberación del espacio proyectual para el desarrollo del proyecto de ampliación del Paseo de Bolívar son de hecho válidos. He allí otra razón válida y van tres. Existe con todo el peso legal del caso la declaratoria de monumento nacional arquitectónico. En tal razón el edificio no se puede demoler hasta tanto no se derogue la declaratoria. Esa es otra razón válida. Van cuatro. Ahora, con respecto a lo anterior se puede argumentar que las condiciones bajo las cuales de declaro el edificio como monumento no son validas en la actualidad y por lo tanto no existe la obligatoriedad de su conservación. La entidad de la cual el edificio toma su nombre ya no existe. El edificio en si mismo no es en ese sentido representativo de nada. Es otra razón válida. Van cinco. En su momento el proyecto fue concebido dentro de una estructura de conformación de la manzana de predio a predio. Funcionalmente el edificio es de los que se podría llamar “sociopetos” en la terminología del Susanne Keller o “introvertidos”. Es un edificio con régimen de propiedad horizontal, de carácter particular. La norma edificatoria –norma de aprovechamiento- vigente en su momento determinó la volumetría adoptada y la concepción del proyecto. El edificio se concibió cerrado hacia el norte –cerrado hacia las brisas dominantes- y al oeste. Se proyectó “abierto” hacia el sur y hacia el este con tratamientos de fachada para el control solar con un excelente manejo y resultado volumétrico. Es un edificio con un excelente tratamiento frontal pero sin tratamiento posterior. En este momento esas condiciones no existen y la concepción volumétrica no se ajusta a las condiciones del entorno. Es otra razón válida. Van seis. El edificio es el producto de un concurso de diseño arquitectónico promovido en su momento por la Caja Agraria para la construcción de su sede principal en la ciudad de Barranquilla. El proyecto desarrollado por el arquitecto Martinez se hizo merecedor al primer premio, y además fue declarado premio nacional de arquitectura. Son razones válidas. Van siete. Se podrían seguir esgrimiendo argumentos de diferente orden, valor, prioridad, etc. En situaciones en las cuales todo el mundo tiene la razón es posible que todos también tengan la culpa. Por acción o por omisión. Pero los errores cometidos son culpa de todos. No. Es de unos pocos. Una serie de preguntas que caben en este momento podrían ser: ¿Los errores que se han cometido y que se seguirán cometiendo en los grandes proyectos que se han emprendido en la ciudad se habrían podido prever? ¿Se habrían podido evitar? ¿Se habrían podido corregir? ¿Se podrán corregir? No tenemos a la mano las respuestas pero otros si tienen a la mano las soluciones. Los políticos y los inversores. Esperemos que puedan responder o que se dignen responder. ¿Será que la administración publica se pueden delegar los errores?. Por eso, la ciudad no debe permitir que proyectos de esta envergadura -por su gran impacto en la ciudad- no sean objeto de concursos públicos de meritos tal como se ha hecho para proyectos similares en otras ciudades del país y del mundo. Ya se han probado las bondades de los concursos de frente a este tipo de proyectos. Por eso, la ciudad no debe permitir que para proyectos de esta naturaleza no se determinen todos los aspectos legales y normativos necesarios para el desarrollo del proyecto. ¿Es posible que en ninguna de las dependencias en las cuales se gestó el proyecto de ampliación y remodelación del Paseo de Bolívar se supiera que el edificio de la Caja Agraria contaba con una Resolución del Ministerio de Cultura por medio de la cual se le declaraba monumento arquitectónico nacional?. No lo creo, ya que el cuerpo de arquitectos de la empresa a cargo de alguna manera tiene o ha tenido acceso a este tipo de información. Si bien es cierto que en otras regiones del país se nos tilda de incultos, no creo que lo seamos tanto hasta el punto de no saber ese “detalle”. Y, si se sabía, un procedimiento correcto habría hecho más fácil el transito a las soluciones del proyecto. ¿Cuánto nos va a costar a los barranquilleros los errores cometidos en la concepción del proyecto? Como decía mi abuela, cuando algo está mal no importa de quién es la culpa, lo importante es arreglarlo. La empresa a cargo tiene la palabra. [1] © El Pequeño Larousse Multimedia, 2005 define el Incordio como Fastidio, molestia, impertinencia. En el argot barranquillero es mucho más que eso.
Esta nota es una relexion sobre el articulo "La Educación como Antidoto" de Arturo Sarabia B. La educación como antídoto es una excelente nota. Lo felicito. Es aleccionadora y concluyente. Es una muy buena tesis y esgrimible. Hace eco. Hace audiencia y genera impacto, para la posición intermedia entre el ciudadano preocupado por la ciudad y el político en campaña. Es un punto más a favor de su campaña desde la oposición reflexiva la cual va por un muy buen camino. Sin embargo, me parece que ha podido ser más aleccionadora si de frente al tema de la educación se aportan datos sobre la inversión, comparada entre periodos, y sobre los indicadores de la misma en la ciudad. En la Cámara existen datos, aunque incompletos y en muchos casos errados, sobre la infraestructura educativa distrital. Y, aunque el párrafo sobre la concesión apunta a la corrupción, y de eso trata la nota –con lo cual estoy muy de acuerdo-, me parece que habría sido más impactante y aleccionadora si, en vez de apuntar a inversiones en salud se profundiza un poco en las inversiones distritales en educación y sus impactos en los distintos indicadores educativos. La concesión –inversiones en la infraestructura para la salud que comprometen el futuro de la ciudad- amerita no una sino varias notas para ver si la ciudad despierta.
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Viernes 5 de enero de 2007
…BENDICIONES, MILAGROS, OPORTUNIDADES…
Hay personas que no creen en los milagros o bendiciones. Por lo general han pedido y no se les ha concedido. Otros creemos en los milagros, en los ángeles, en Dios, y en los agentes de Dios. Hoy reflexiono acerca de lo que llamo el principio de las bendiciones o de los milagros. Las oportunidades. Se dice que el hombre tiene varias dimensiones: Física, mental, emocional, espiritual, y no se cuantas más. Cada una de ellas tiene un trabajo. Cada una de ellas tiene un aporte al estilo de vida. Los milagros –las bendiciones- tienen dos dimensiones inseparables. La divina y la humana. Operan de manera iterativa. No existe lo uno sin lo otro. Si se observa a la humanidad se encuentran múltiples tipos de milagros –bendiciones- . Hay personas bendecidas. Hay naciones bendecidas. Hay gobiernos bendecidos. Hay instituciones bendecidas. El milagro es excepcional. Es por eso que el común de la gente sabe, conoce, ve pocos milagros. Sin embargo en Colombia y sobre todo en la costa la vida misma es un milagro permanente. En ese sentido, los milagros son infinitos. En todos los sentidos los milagros son infinitos. Milagro según el DRAE es un hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino. También es un suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa. Es un término que sirve para expresar que algo ha ocurrido cuando parecía imposible que ocurriese, o que no ha ocurrido cuando todo hacía creer que iba a suceder. Además, es hacer mucho más de lo que se puede hacer comúnmente con los medios disponibles. Denota la extrañeza que causa algo. También como haber escapado de un gran peligro. En el caso de vivir, o más bien sobrevivir, cuando se dice “vivir alguien de milagro” se refiere a mantenerse con mucha dificultad. El resto son situaciones comunes. En realidad estoy acostumbrado a ver en mi natal Barranquilla que las situaciones comunes son en realidad puros milagros, puras bendiciones. ¡Viva Dios! Pero, necesitamos más que milagros. Necesitamos aprovechar todas nuestras oportunidades. En realidad reflexiono y me pregunto: ¿Y si vemos los milagros como oportunidades? Asimismo te pregunto: ¿Por qué tu oportunidad no es tu milagro? Continúo con la reflexión y me complemento la pregunta: Si tu oportunidad es tu milagro, ¿Porque los hombres comunes y corrientes no colocan todo su potencial al servicio de sus bendiciones –de sus oportunidades? ¿Por qué solo usan sus sentidos? ¿Por qué no colocan la mente, el alma, el corazón, el espíritu, al servicio de las oportunidades que les brinda la vida? Ahora, reflexiono en otro sentido y me digo que el milagro, la bendición, es en realidad un juego de proporciones que te brinda la vida – Dios mediante-. La vida te brinda una parte. Te corresponde colocar el resto. Tu estilo de vida depende de cómo juegues a las proporciones de la vida. En el juego de las proporciones dimensionales prefiero no opinar ya que es de la interioridad de cada quien. Opino en la otra. Por lo que me cuentan los que saben una buena proporción lleva una porción de una parte de la oportunidad –lo divino- y novecientas noventa y nueve partes de lo humano –el trabajo-. Los que saben también me dijeron que hay tres tipos de hombres: Los que piden la bendición -el milagro- y simplemente esperan. Dicen que de esos está lleno el mundo, pero sobre todo Barranquilla. Para ellos la proporción es de una parte de ellos y las novecientas noventa y nueve del milagro. Los que piden el milagro y trabajan un poco pero no lo suficiente. No perseveran. De esos también hay bastantes en Barranquilla. Y, los que ven la oportunidad y ponen todo su potencial a su servicio. ¡Se les hace el milagro! Los últimos asumen el estilo de la proporción de la vida. El estilo de aprovechar la oportunidad. Para finalizar reflexiono contigo: ¿Cuales son las bendiciones –milagros- que esperas de Dios -es decir, de la vida? ¿Cuales han sido las oportunidades que la vida te ha ofrecido? Ahora –hoy- no importan cuantas ni cuales has desperdiciado en el pasado. Hoy –ahora- importan las que la vida –Dios- te ofrecerá en adelante. Hoy es el primer día del resto de tu vida. El primer día del resto de tus oportunidades. Y, es tu decisión en que tipo te inscribes. Solo te puedo desear: ¡Bendiciones!
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Barranquilla, enero 22, 2007
LA BODA
Si cuento como fue la boda no tendría gracia. En donde quedaría la licencia de narrador que me ha otorgado la vida. Los hechos son los mismos. Les he adicionado un poco de imaginación y de deseos. Esta es mi versión de la boda. Del festejo de la reincidencia. Miguelito –su verdadero nombre es Miguel Ángel VI- uno de los hijos de Paz, de mi tía Pacita, al cual le dicen el adoptado: Se casó. Se volvió a casar. Es un reincidente por cuarta o quinta vez. Nadie sabe a ciencia cierta cuantas veces ha reincidido. Algunos dicen que tres. Otros cuatro. Mi tía Pacita dice que cuatro o cinco, pero que realmente no recuerda. Y el, el adoptado reincidente, no dice nada. Calla y ríe. Ríe y calla. ¡Vaya ud. a saber! Se cuenta que la ceremonia de matrimonio casi no realiza. Aunque la boda si. Los consuegros se pudieron de acuerdo. Con ceremonia o sin ella: Nos los pegamos. Y bailamos. Los manes de la orquesta dijeron: - A nosotros no nos dejan picaos. De que tocamos…. Tocamos….- A alguien se le ocurrió esconder los papeles para la boda. Tanto los de la victima como del victimario o victimaria. Unos dicen que fue la novia arrepentida. Otros que fue el novio arrepentido. Cuentan por la Villa del Este –La residencia del Faraón- que este se encontraba no ansioso sino asustado. Como si fuera la primera vez. ¡… Ni más faltaba…! La mamá del Faraón – Mis escasos conocimientos de la cultura oriental no me precisan el titulo- se encontraba entre triste y alegre. Lo uno porque al fin se iba a destetar y por el otro que le quedaba el más calilla: -El hijo de mi mamá-. - ¿Ya estás listo? Acuérdate que no debemos llegar tarde a la boda de tu sobrino. Pero dame unos diez minutos. - ¿Y tu? ¿Todavía te falta? Bueno, tomate tu tiempo y me avisas para salir. Hemos confundido el lugar de la celebración de la boda entre un primer y segundo piso. Boda en ambos. Ambas novias de blanco. Ambas morenas. De los novios solo conozco a uno. Será que ninguno de los dos se ha hecho la pregunta: ¿Por qué no se caso Jesús de Nazareth? El baile introductorio –vals- de la boda fue de lo más extraño. Al principio parecía un vals, pero se fue convirtiendo en algo más rápido hasta llegar a ser una especie de reguetón. Pero lo más extraño de todo es que nadie felicitaba a Miguelito. Todos felicitaban a Milena. ¿Sabían que al Miguelito le dicen El Faraón? Hasta ahora no he sabido porqué. El no lo dice. Pero pensándolo un poco, y bien, en la boda está la clave. Al principio, pensé que era un engaño. Pensé que lo habían engañado con lo del matrimonio con Milena porque en vez de una le sumaron como veinte. Pero no. No es engaño. Es el harén. El harén de Miguelito. El Harén del Faraón. Su nombre es Miguel Ángel. ¿Será que de veras es un ángel? Sucedió algo parecido a las bodas de Canaan. Allá fue el vino. Acá fue el whiskey. Reservaron el mejor whiskey para el final. Casi al final de la boda los sirvientes –meseros- ya no servían el whiskey a las mesas. Casi nadie tenía licor en su vaso. Solo hielo. Solo agua. A lo lejos el hermanito del novio –Ronald Igor también llamado el hijo de mi mamá- con uno de los gestos más expresivos de la noche, agita un vaso y una botella de Old Par. No se le podía despreciar y hete aquí que ha sido el trago más fino que hemos tomado. Y, fue el último. Mi último de la boda. Como en las bodas de Canaan. Solo que allá el milagro fue de Jesús. Acá de Miguel Ángel o de su hermanito Ronald –El hijo de mi mamá-. ¿Quién puede saber cual de los dos fue el milagroso? ¿El Tio Miche? ¿La Tia Paz? - ¿Tú que eres tan observador, no te has dado cuenta de algo? - ¿Yo? No…. Dime. - Primera vez que veo a un novio feliz. Es el único novio que he visto feliz. - ¡No! - ¡Si! El único. Se para la música. Se para la orquesta. La hermanita del novio toma el micrófono y la palabra y dice: Record…. Súper record. A solo dos horas y media de casado y Miguel Ángel ya ha perdido los anillos de matrimonio –usaron dos cada uno-. Me pregunto: ¿Será que se han casado dos veces en el mismo momento? La verdad es otra. Novio, marido, esposo o lo que sea, que se respete empeña el anillo de matrimonio. Pero no tan rápido como El Adoptado. Recién el sacerdote le dio la bendición el, el recién casado, le propuso que le empeñara los anillos. Reflexiono. ¿Por qué será que todos los que se casan quieren casar a otros? ¿Qué será? ¿Por qué tienen que rifar o jugar la liga, el ramo o el zapato para que el ganador sea la próxima victima? ¿O victimario? En medio de la fiesta el tío miguel –papá del novio- dice: - Miguelito se casa. Yo, en cambio estoy soltero, divorciado, porque después de treinta años uno queda libre. Queda divorciado. Es un deseo. Una idea. Un sueño. De todas maneras es excelente. Debería ser llevada al congreso y convertida en ley de la republica. Sería como abolir la esclavitud. Después de treinta años de esclavitud quedas liberto. Libre. Soltero. Se me viene a la memoria que después de siete años de matrimonio uno se convierte como en un hermanito de la esposa. Mi tio Thor – el niño Thor- dice que en hijo. El, de hecho le dice mamá a mi tia Eucaris –su esposa-. Hubo de toda clase de bailadores. Y bailadoras. Los sobrinos del novio destacaron en primera presentación rumbera. Faltó el mapalé. Y de afaires. Y de equivocaciones de puertas –de baño-. Al final, después de pensar en la boda como tal, se me viene a la memoria entre la nostalgia y la incertidumbre del mañana –por el nuevo harem del faraón- la estrofa de la canción:
“La boda de ella… tiene que ser la mejor …”
Pero, no tengo temor por Miguel Ángel VI. Siempre ha salido airoso de todas las situaciones difíciles en las cuales ha estado. También de esta. Y mantendrá su harem por los siglos de los siglos.
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El Proyecto Carrefour
Es terrible y sobre todo negativo para la ciudad que los dos últimos grandes proyectos arquitectónicos de equipamiento urbano colectivo, ambos de inversionistas de fuera de la ciudad, tengan, o hayan tenido, problemas para su desarrollo. En ambos casos, los contratiempos han debido repercutir tanto en las inversiones, que de seguro aumentaron los costos de inversión, como en el tiempo de retorno de la misma. En ambos casos los contratiempos van desde aspectos legales y procedimentales hasta de choque con las aspiraciones de empresarios locales y con los mal llamados defensores de la ciudad. En ambos casos reacciones tardías. Tardías y muchas de ellas sin fundamento. Un paneo por los contradictorios argumentos, algunos validos otros no, de los diferentes actores nos muestran que por lo general se refieren a aspectos del interés de cada uno de ellos. No se ha presentado una posición que integre los diferentes componentes del proyecto y que tenga por delante una visión clara del sector en el marco de la ciudad futura. Hasta ahora se promueve una contradicción del tipo pierde – pierde cuando es la posibilidad de que se desarrolle una propuesta, de tipo gana – gana, integradora de los diferentes componentes en un marco claro, definido, cuidadoso, de planeamiento zonal para el sector en un concepto visionario de la futura ciudad. Los actores hasta ahora comprometidos son los defensores del patrimonio, el grupo Santo Domingo, los inversionistas Grupo Carrefour, los vecinos del sector (Comité de Defensa Barrio El Prado), los periodistas, los gremios, las asociaciones profesionales y la administración municipal. Han brillado por su ausencia, como siempre, las universidades de la ciudad. Los componentes del proyecto, que de manera general han servido como punto de apoyo para la controversia son entre otros, el patrimonial, arquitectónico, urbanístico – Características del sector, en especial su uso y funcionalidad urbanística -, ambiental, social y económico. Sin dejar de lado el legal actual y sus posibilidades futuras. El predio, la manzana objeto de la controversia, se podría decir que actualmente esta sin uso, prácticamente abandonado para mayor detalle. Presenta una buena vegetación y una paredilla de ladrillos en las caras norte, oriente y sur. Un simple recorrido, antes que un inventario detallado, del sector o micro sector en el cual se localiza la manzana de la discordia, o de la controversia, nos indica que el uso predominante en la actualidad es el comercial y en algunos casos, el mixto combinando el uso comercial con el residencial. No se sabe a ciencia cierta que se defiende. Tampoco porque no se quiere dejar construir el edificio, así como mucho menos que es lo que se critica. Lo expresado hasta ahora cubre: La defensa del lote y/o edificación como patrimonio, La defensa del carácter residencial del barrio o del sector, La defensa de lo ambiental, La defensa de la tranquilidad del barrio, La defensa del sector por su baja contaminación por el poco transito vehicular, La defensa del sector como zona de conservación urbanística, Que no se ha cumplido con el procedimiento correcto para la expedición de la licencia de demolición y/o de construcción, Que no se conoce el proyecto, etc,. Lamentablemente todas y cada una de ellas parecen no tener futuro. Contrastan estas posiciones con la de algunos funcionarios de la administración municipal que han expresado que “El proyecto va porque va”. Otras posiciones defienden el empleo que se genera, los impuestos que entrarían al fisco municipal, etc. No sabemos si se han expresado consideraciones mas profundas acerca del impacto tanto urbanístico como arquitectónico, ambiental y paisajístico del proyecto. Una de las curadurías urbanas de la ciudad, le ha otorgado licencia tanto de demolición como de construcción. Se presume que el curador, por principio legal, moral y ético, es un defensor de la ciudad, de la ley y de la fe pública. Es como su símil en la exposiones artísticas que cuida que todo quede perfecto tanto para el artista como para el mecenas como para el museo o la sala de exposiciones. El lote cumple con las condiciones máximas para construir en cualquiera de las zonas de la ciudad. La norma vigente establece que la manzana de la discordia, en el Barrio El Prado, es de tipo comercial M2 por la carrera 76 y comercial M1 en el resto, vale decir por la calle 75 y por las carreras. Visto desde otro ángulo, legalmente si se puede construir lo que se pretende. La norma no determina tipo de vías adyacentes ni los retiros de las mismas, y en ese sentido el curador, para expedir la licencia, no puede exigir otros retiros viales sino los existentes porque la norma no los contempla. En Barranquilla, como es costumbre, hacemos las cosas a medias o no las hacemos. La ciudad no tiene definidas sus áreas homogéneas. En otras latitudes se denominan Unidades Técnicas de Planeamiento Zonal (UTPZ), o Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) o simplemente Unidades de Planeamiento (UP); de acuerdo a lo que establece en la Ley 388 de 1997 como áreas homogéneas. El artículo 39 de la Ley establece las unidades de actuación urbanística, figura que de pronto ha podido ser utilizada. El articulo 43 establece reglamentaciones para áreas exclusivamente residenciales, que si es el caso también ha debido o podido ser aplicado. Existen normas urbanísticas pero no de edificación. Existen normas de ocupación y áreas de construcción por retiros (Las cuales violan el principio de igualdad establecido en la Constitución) pero no por tipologías. En los estudios urbanos de otras latitudes un tanto mas adelantadas, centralidades que no periferias, se ha determinado con respecto a las áreas residenciales que entre mas ancha es la vía de mas alta calidad es el sector urbano. Barranquilla no cuenta, hasta donde se ha revisado la documentación legal existente, ni con el inventario de su sistema vial ni mucho menos con un plan vial en el más corto horizonte de planificación o sea el periodo del alcalde. Cuenta eso sí, con una concesión por 20 anos para el mantenimiento o más bien reparcheo de la malla vial, que no se sabe que porcentaje vial cubre pero si que no es el 100%. Es posible que el procedimiento para desarrollar un proyecto de este tipo -En área de conservación urbanística- se haya viciado, pero eso no invalida el proyecto. Es o debe ser un componente amable de la administración, en vez de alargar los tramites de agilizarlos y es ahí en donde el afán de servicio para la ciudad se debe hacer notar. Una primera aproximación nos lleva a concluir que el lote tiene un valor dinámico de uso actual y futuro como comercial mas no como residencial, o patrimonial; y si acaso, lo tiene seria como ambiental pero de bajo impacto. La administración municipal, si tiene suficiente inteligencia emocional corporativa, debe intentar aprovechar la coyuntura para definir pautas, normas, reglamentaciones que proyecten una futura ciudad[1] en donde “las costuras” entre la arquitectura, el urbanismo, el diseño urbano y el diseño del paisaje sean lo suficientemente claras para lograr proyectos fluidos, enriquecedores, tanto para la ciudad como para los inversionistas, ya sean del medio o de fuera. Como ejemplos de normatividad hacia el futuro, se debería: Definir la zona o sector como una Unidad de Planeamiento Zonal –UPZ- “Prado Norte”, y darle dentro de las normas urbanísticas del plan de ordenamiento territorial un conjunto mas detallado de normas de desarrollo urbanístico, de vías, de zonas verdes, de edificación, de seguridad, de conservación ambiental, de construcción, de ventilación, de soleamiento, de integración entre lo publico y lo privado, de localización de estacionamientos, de topologías espaciales, etc. El desarrollo de la UPZ “Prado Norte”, debería darse en el marco de una adecuada visión de futuro para la ciudad en la cual se piense en el plan vial para la ciudad y el área metropolitana. Dentro del plan vial de la ciudad, con impacto en lo inmediato en la UPZ “Prado Norte” se debe contemplar: Ampliación de la calle 76 como una vía de dos calzadas de cuatro carriles y una isla central lo suficientemente amplia para desarrollar un proyecto paisajístico urbano de impacto para el sector y la ciudad. Esta ampliación debe contemplar la unión con la vía 40 y el resto de un sistema vial matriz futuro, que podría incluir entre otras vías, las carreras 58, 54, 51 y 46 y las calles 72, 79 y 84; dentro de una macro unidad de planeamiento urbano. No sobra decir que para mantener la fluidez o continuidad del trafico, se deben contemplar sistemas de interconexión elevados (sistemas de puentes y accesos continuos) en vez de los semáforos que cortan la continuidad del flujo vehicular y que se están utilizando en toda la ciudad. Ampliar los retiros de las vías del barrio El Prado para mejorar las condiciones urbanas y medio ambientales del mismo. Determinar un mínimo % de m2 de áreas verdes de obligatorio cumplimiento en la zona, que garantice una conservación adecuada de vegetación y de condiciones ambientales. Prohibir: Utilización de las áreas verdes publicas para otro tipo de actividad tales como trafico automotor, parqueo , etc.,. La localización de parqueaderos al aire libre. Obligar al desarrollo del proyecto arquitectónico en el cual se contemple un diseño que integre los aspectos urbanos, arquitectónicos, paisajísticos, de amoblamiento urbano exterior, y que minimice las costuras entre ellos. Esta de más recordar que debe ser adecuado para las cuatro fachadas y aun la quinta fachada. El resto de consideraciones urbanísticas y de construcción correrían por cuenta del equipo técnico encargado del estudio. Es hora de que pensemos en una ciudad para el futuro, para las próximas generaciones de barranquilleros que deberán gozar del caribe en ella. [1]. En ese sentido, la Ley 810 del 2003 permite la modificación de los Planes de Ordenamiento Territorial. ESTA NOTA SE ENTREGÓ EN SU MOMENTO COMO UN APORTE A LA DISCUSION SOBRE LA INTERVENCION
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LA “NO CULTURA” DE LA CULTURA UNIVERSITARIA. Una visión de la práctica docente en las Facultades de Arquitectura
Septiembre, 1996[1]
Este trabajo es una reflexión o una aproximación crítica a la cultura del aula. Este documento, que de pronto o de lo más seguro, sea la primera y única aproximación a lo que podría ser un informe de investigación, recoge una parte de las reflexiones acerca de lo que he venido trabajando en los últimos años, en el seno de los cursos que he impartido en la Universidad. He encontrado la satisfacción, tardía por cierto, de que no estaba mal encaminado.[2] He comenzado a trabajar, o más bien he trabajado un nuevo modelo tratando de rescatar la confianza, la comprensión, la autodisciplina, el estudio independiente, entre otros valores del y para la formación del ser humano caribe.
He encontrado que en la universidad impera una cultura contraria a los valores que se supone debería tratar de formar o inculcar o de desarrollar en los estudiantes, sus futuros profesionales egresados, gestores del futuro de la vida civil del país. Es una cultura de la desconfianza, desconfianza acerca de los valores y las actitudes. Es una cultura de la agresión, de la violencia. Es una cultura de la esclavitud. Una cultura que no permite el desarrollo de la inteligencia, una cultura que no enseña a pensar. Enfrentada a la cultura que se supone se debe desarrollar: La libertad, la democracia, la confianza, la autoestima, la paz.
Pienso que el futuro del país, de la región, de la vida civil del país es -y está en- una búsqueda de una cultura que comience a desarrollar, a inculcar, a promover valores más humanos. Es la búsqueda de una cultura basada en la confianza, confianza en la capacidad del ser humano, en sus valores y sus actitudes. De una cultura de la bondad, de la comprensión, de la paz. De una cultura de la libertad. De una cultura que permita el libre desarrollo de la inteligencia, una cultura que enseñe a pensar, a aprender, a usar la inteligencia. Una cultura para el ser humano.
Hace algún tiempo, comencé algunos cambios en la metodología buscando que los estudiantes se encarretaran con el cuento que yo manejaba[3]. Eso quiere decir, que sin importarme nada de lo que pensaran quería que metieran en lo de la ciudad, del diseño de la ciudad, de solucionar los problemas de la ciudad, es decir del urbanismo: Dicho de otro modo: El programa antes que nada. La búsqueda permanente de diferentes modelos o maneras de acercase al aprendizaje de los contenidos, era la razón[4]. Tuve buenos resultados, y claro, eso me proporcionaba satisfacción. Pero, presentía o más bien sentía que algo andaba mal, pero no sabia qué, o quién. Es un poco menos, o un poco más, el inicio de mi preocupación por la esencia de la docencia.
Experimenté con varios modelos, los cuales fui abandonando total o parcialmente, por varias razones. Por esa época, entre otros, desarrollé unos crucigramas como instrumentos de aprendizaje y evaluación, y tuve una experiencia con algunos compañeros de trabajo[5]. Pienso, ahora en el tiempo y la distancia, que fue uno de los muchos casos en que la falta de “algo” -humano-, me enfrentaba de manera diferente con el hecho del aprendizaje, con la producción intelectual, con el reconocimiento personal, con la baja de la autoestima, con lo que ahora identifico y llamo “La no cultura de la cultura”, es decir la cultura de la Universidad. No les reprocho a mis compañeros, no...! Es que no fueron ellos, fue la cultura que profesamos. Cultura que practicamos a niveles de inconciencia, es decir, no nos damos cuenta de ello porque estamos sumergidos en ella. Y, no hablo solo de la Universidad del Atlántico, sino de todas las universidades. Es una constante.
Dentro del cúmulo de situaciones o eventos que me encaminaban mucho más en la búsqueda que había iniciado, se encuentra uno de ocurrencia continua -permanente- aún todavía. En los colectivos de profesores, claustros docentes, en la sala de profesores, en la cafetería, en la mesa de la esquina, del club, del bar, el lugar común era, y es, y lo que es peor, continuará siéndolo sino cambiamos de cultura, que los estudiantes:
Están mal preparados, no saben leer, no saben analizar, no saben dibujar, no estudian, no saben diseñar, no saben ventilación, no saben “etc.”..., no son…, no…, no, no, no, … “etc.”..., etc...
Me parece de lo más patético. Si supieran todo eso no tendrían que venir a la Universidad.
Para esa época, ya no era profesor de diseño; había sido relegado al “ghetto[6] del urbanismo”; pero, de todas maneras me atrevía, además de expresar mis opiniones, a formular preguntas inquietantes[7], las cuales me causaron más de un problema. En una conversación típica con alguno de los colegas se expresa:
ÿ Mis alumnos están mal preparados, no saben leer, no saben analizar, no saben dibujar, no estudian, no saben diseñar, pero sobre todo no saben ventilación para usarla en el proyecto que diseñamos...
Me atrevo, entonces, con el temor a ofender, a preguntarle al compañero profesor:
- Y Ud. ¿Qué hizo? ¿Les enseño la ventilación? ¿Les indicó en donde estudiarla?
- ¿Que voy a hacer? ¡Si hay que terminar el programa, tengo que terminar el proyecto y el tiempo no alcanza!
Primero el proyecto. Mi deducción es que al colega profesor lo que le interesa es que sus estudiantes terminen el proyecto. No le interesa que aprendan lo que deben aprender con el proyecto. La práctica del proyecto enseña. ¡Claro! Eso no esta mal. Lo que está mal no es hacer el proyecto sino que sea un fin en si mismo y no el instrumento para que el estudiante aprenda y que el profesor verifique que aprende.
- ¡Aja...! Y, ¿ganaron el curso aún no sabiendo diseñar? Porque no saber ventilaciones es como no saber diseñar.
- Es que habían realizado una buena investigación.[8]
- ¡Ah...! Entonces, ¿el curso no era de diseño sino de investigación?
En este punto la conversación se acaba, se trunca, se rompe; porque el profesor se sintió agredido o se dio cuenta que hay algo de error, en la situación en tramite. Y, eso no puede suceder ¿El profesor, el poseedor de la verdad, aceptar que se ha equivocado?
Nunca escuche una reflexión acerca de los errores que podíamos cometer nosotros, los arquitectos profesores, siendo antes que pedagogos, antes que docentes, arquitectos mal enseñados a realizar lo de la arquitectura nunca lo de la humanidad.
En este punto sabía que algo andaba mal, muy mal, pero no sabia como abordarlo ni con que armas atacarlo. Probé varios modelos, varias estrategias. Comencé, mucho después, a trabajar sobre el autoaprendizaje. Encontré, que además de aprender a aprender se desarrollan aspectos muy fuertes, muy definidos de la personalidad; valores, actitudes; y comencé a trabajar otros aspectos del ser humano: La motivación, la tranquilidad, el análisis de situaciones, etc. Desarrollé cada vez menos el famoso programa -por lo que antes peleaba-; y, los estudiantes ahora si, a meterse más en el cuento de la ciudad y la arquitectura. Y, además, más que todo, a ser más personas, más auténticos, más ellos mismos, más ciudadanos.
A estas alturas ya sabía que era lo que quería, o que era lo que se debía hacer: Que aprendieran a pensar, a utilizar la herramienta más poderosa del universo: La mente humana. De esa manera, se pueden aprender todos los contenidos que se quieran, o casi todos, y de hecho es una de las maneras más efectivas y motivantes para aprender.
Así, me inventé proyectos y la libre escogencia de los temas dentro de un cierto paquete de ellos que entregaba, antes de que apareciera alguno y me propusiera uno diferente y se le aceptara. El resultado: Ensayos de diferentes temas y tipos. Construcción, reconstrucción de conceptos. Reflexión acerca de ellos y de su utilidad, su aplicación en el proyecto de vida. Comenzaron a aparecer mejores resultados.
Antes, se produjo en mí un cambio de actitud frente a los programas y contenidos; he dejado de pensar que el contenido de mi clase -el programa[9]- sea lo más importante. Ahora creo, que mucho más importante -para la Universidad, para el país, para el futuro- es su formación, dentro de la profesionalización, como personas, como seres humanos, como estudiosos[10], con todas sus virtudes y todos sus defectos, sus aciertos y sus errores. Pensé, y lo sigo pensando, que si ellos aprenden a pensar[11], a usar la herramienta más poderosa del universo –el cerebro humano-, a estudiar, a armar “cosas” ellos solos -algunos profesores de otras facultades los llaman proyectos-, llámense ensayos, trabajos o como sea; a equivocarse y a rectificar, a avanzar en la búsqueda de la excelencia, era mejor que dictar clase, poner exámenes y calificarlos para que se rajaran y después hablar de que no estudian.
El experimento es bastante trabajado, es demasiado trabajado, el trabajo es denso porque hay que leerse unos veinte ensayos semanales; ya que la bondad radica que cada trabajo puede, y debe, ser realizado tantas veces como su autor quiera hasta lograr la meta que el mismo se haya fijado.
Me faltaba algo, pero no sabía que era. De las charlas con ellos, del intercambio de ideas, de opiniones, de juegos[12], de vivencias las cuales no podía grabar y menos tomar como punto de referencia para un trabajo pensé: Si les pido un escrito abierto sobre lo que ellos quieran decir, lo que sea, ¿Qué pasará? El resultado fue la expresión más libre, más libertaria acerca de lo ellos piensan de la Universidad., de las relaciones con los compañeros, con los profesores, de los cursos, etc.
Al respecto existen anécdotas interesantes: Una profesora me dijo:
....Ya tu no eres el mismo! Antes, eras una yarda. Ahora eres una madre, algunos dicen que eres una abuelita. Esa vaina es ya estás viejo...!
Pero por otro lado, fue fantástico encontrar el grado de profundidad con que los estudiantes encararon algunas de las reflexiones que consignaron en los ensayos, al encontrar un espacio que habitualmente la universidad siempre les ha negado, por la cultura del currículo, la cultura del programa, la cultura de la represión, la cultura de la violencia, la cultura de la irreflexión.
Un estudiante me escribió:
Al principio, no me gustaba su clase. Creía que era como todos los demás: Incitando a la competencia. Cuando Ud. puso un trabajo y vi, que los compañeros traían esos trabajos todos pompis, hechos a díngrafo, s lo que importa, porque con el trabajo no se está demostrando nada. Lo que importa es otra cosa. Ahora, me doy cuenta, que es diferente. Se preocupa por uno como persona, le brinda un espacio para conversar y para expresar lo que uno piensa, aunque uno esté equivocado, y después se lo hace saber, de una manera, que lo pone a uno a pensar. Y eso, si es bueno, es bacano. Es que a la larga, aunque lo pone a camellar, ud. es chévere. Pero, sigo pensando que en esta universidad, todo esto es mediocre, pero..... Todas las de la ciudad. En todas. Porque tengo amigos en todas y hablo con ellos.
Es una muestra impresionante de madurez, de capacidad de reflexión, de una posición bastante clara acerca de lo que piensa deber ser el ejercicio académico en la facultad.
Otro escribió:
A mi me gustó cuando nos hizo lo de los vasos, y la arena, y el agua...! Fue una clase diferente...! Nos puso a pensar...! Al principio no lo entendía, no asistía, o llegaba muy tarde, casi al final, y no me gustaba. Pensaba que iba perder la materia. Ahora siento que he aprendido la materia, pero sobre todo tengo una manera diferente de ver la ciudad. No se si vaya a ganar la materia, porque ud. pone la nota y no lo conozco. Yo creo que debo aprobar.
Todavía piensa que puede perder la materia porque el profesor coloca la nota. Todavía no ha avanzado en el proceso de que eso no es lo más valioso, que lo importante es el proceso de aprender. Pero, ha avanzado en la clave del saber: Pensar...! Usar la inteligencia: La herramienta más poderosa del universo....! Es más, se atrevió a opinar. En algún aparte de su texto hace relación a que no opinan porque no se les tiene en cuenta. Es algo para pensar por parte de los administradores de la docencia.
Un estudiante me dijo, de lo más tranquilo:
Que a él no le gustaba, ni el urbanismo, ni el profesor, aunque reconocía que en el fondo, el profesor era bacano. Que era tan bacano que los manes se lo perrateaban. Pero que eso a él no le importaba, porque a el lo único que le importaba era la construcción. De lo demás, aprobar y nada más. Que de aprender, pues eso era otro cuento pero que nada, que a él nada.
Los muchachos escribieron profundas reflexiones -algunos, otros no- sobre la problemática universitaria, pero no es el tema que nos ocupa[13] el cual da para muchos otros ensayos o informes. Reflexiono acerca de si nos hace falta más trabajo sobre lo humano y otros temas que afectan la vida universitaria.
¿Cuál es la filosofía, explicita o implicita, que sustenta la docencia en la Facultad? ¿Qué tipo de cultura se imparte, se genera, se promueve, se cultiva? La cultura del curriculum, la cultura del programa, la cultura de la represión, la cultura de la violencia, la cultura de la irreflexión, .... ¿Cuáles son los frutos que se esperan? ¿Qué se espera cosechar? ¿Qué se puede hacer?
NOTAS:
[1] . Este es el primer borrador del informe, como tal es un work papers Subjetc changes como llaman en otros lares. Papel de Trabajo (Sujeto a cambios) por acá.
[2]. De pronto los que administran la investigación dirán que esto no lo es pero pienso que es más que eso. Este es un trabajo que de pronto no se ha desarrollado como dicen los expertos en investigación. Se arrancó sin protocolo ni nada por el estilo, simplemente se hizo. Además, habitualmente vengo haciendo las cosas así: Simplemente las hago. Estas cuartillas; creo que son, pensando un poco negativamente lo cual no debe ser, un poco menos que un papel de trabajo. De pronto no tienen la forma más adecuada ya que las he escrito, “de una”, tal como se me han venido a la cabeza. Las tareas que las han generado las he desarrollado de a poquito; un poco aquí, otro poco acullá, de poco a poco. Ni siquiera he podido hacer las notas y acomodarlas en el fólder del proyecto. Ahora es que caigo en la cuenta que a este proyecto no le he abierto fólder sino hasta ahora. La razón: Tendría que haber salido corriendo de cada charla tenida con mis estudiantes, pero de todas formas, son las vivencias encontradas.
[3]. Esto en el lenguaje coloquial. En términos de la “intelectualidad” se trata de imponer el discurso que cada quien maneja, domina, subdomina, cree que domina; o está de acuerdo y comparte, hasta el extremo de violentar la libertad de sus alumnos; a los cuales trata de alienar -a veces lo logra-; y de alinear, para que compartan su discurso, entren a formar parte de su “ghetto” y de esa manera tratar de hacerlo hegemónico.
[4]. Mucho después supe que esas búsquedas eran sobre estrategias de aprendizaje; trabajaba en lo que trabajan los docentes, “los maestros”, es decir que no estaba mal encaminado.
[5]. Cuando me vieron los crucigramas me “mamaron gallo”, se rieron, no se si de mí o de los crucigramas; y, los dejé, sin evaluar por mi cuenta y riesgo las bondades y faltas de lo que hacia. Un año y medio después, en una revista de arquitectura de una universidad del interior, aparecieron unos crucigramas como los que yo había comenzado a desarrollar; y de lo más raro, los mismos que antes se rieron, “mamaron gallo”, con aquella idea, ahora les parecían una berraquera.
[6]. Es sabido, que en las facultades de arquitectura lo esencial es el diseño. A pesar de que parte de la quintaesencia de ella es su alto nivel de culturización, para sintetizar al mismo tiempo que se generaliza, las demás materias -a excepción de la construcción en algunas- son relegadas a un segundo, tercer, cuarto y quinto plano; muy a pesar de que de labios para afuera se señala que todos esos aspectos son muy importantes, y que el estudiante-arquitecto debe saber, o aprender, o dominar, o etc. Existen casos extremos, en los cuales el profesor convierte su materia no en la “estrella”, que fue, es, y seguirá siéndolo el diseño, sino en el dolor de cabeza de los estudiantes: Pasarla es una proeza. “La estrella es el profe, por lo (....)”
[7]. Es interesante, a la vez que muy importante, aclarar que el seno de la “no cultura” aquel que hace preguntas inquietantes, preguntas que obligan a pensar en la posición, preguntas que obligan a reflexionar, preguntas que cuestionan la práctica, reciben el nombre de “conflictivos”.
[8]. Esto me llevó a realizar un estudio sobre las notas de las diferentes materias, niveles y profesores de la Facultad de Arquitectura. Las estadísticas resultantes fueron interesantes, pero más que eso muy dicientes: Son el reflejo de la cultura del aula imperante.
[9] . Para evitar equívocos debo aclarar que considero que, si bien los contenidos, “la información”, es muy importante, en el caso del aprendizaje es únicamente el medio, el instrumento, que permite apropiarse de las maneras de hacer lo que se tiene que hacer. Es solo parte de lo que permite verificar una parte de lo que se puede verificar. En caso contrario, el profesor tendría que dominar todos los saberes, todos los procesos, todos los contenidos, toda la información sobre el curso que imparte; y sabemos, que con la cantidad inconmensurable de información que se produce cada día sobre un determinado tema, eso es más que imposible para un ser humano normal. Y menos, mucho menos, para los que no tienen tiempo para leer.
[10]. No se debe confundir con estudiante. En alguna parte leía que estudiante es aquel que asiste a un curso regular y cumple con lo reglado para aprobarlo; y que, estudioso es quien lo hace por su propio gusto, porque sabe pensar y sabe que no sabe, porque quiere utilizar la inteligencia, porque siente la necesidad de aprender, porque está motivado.
[11] . Esta es la esencia del proyecto. Realmente pienso, y estoy convencido, que es la esencia de la educación y es lo que debería hacerse en la escuela, sea cual fuere el nivel: Parvulario, básica, secundaria, técnica, universitaria, etc.
[12]- Trato de inculcar la preservación de lo lúdico como una dimensión humana que nunca debe perderse.
[13] . Vengo haciendo hincapié en el desarrollo de lo humano antes que en los conflictos de la universidad, aunque no los eludo, sino que simplemente creo inquietudes acerca de ello. De ese modo, la profundidad del tema depende del interés de cada quien.
¿Uso Institucional o Dotacional?
¿Es posible abordar un nuevo sistema de clasificación de usos urbanos con respecto a los llamados usos institucionales? Si no se cuestiona la conceptualización de los mismos, por un lado, y, por otro, la manera de abordar la clasificación o asignación de usos a predios, manzanas y/o polígonos urbanos es posible que no. Sin embargo, es posible que una apertura a un debate sobre ello nos pueda conducir a mejorar las reglas de juego sobre los usos de las diferentes áreas de la ciudad. Los usos urbanos establecidos son: residencial, comercial, industrial, institucional. En el uso institucional se encuentran los equipamientos sociales comunitarios para la salud, recreación, deportes, cultura, administración publica, seguridad, transportes, abastecimiento y educación. Aquí caben tanto lo publico como lo privado. Entre ellos unos son complementarios de otros, otros son incompatibles. Se presentan conflictos de usos cuando en ciertas zonas, polígonos de usos o cualquier otro tipo de delimitación que se haya usado para determinar las normas aplicables para el desarrollo urbano de la ciudad se determina el uso denominado como institucional. Trataremos de exponer una serie de ideas al respecto. Pongamos un ejemplo. En un área denominada residencial según una norma expedida en el año 2000 se encuentran las instalaciones de una escuela. Dicha escuela data de unos 20 años antes del 2000, es decir funciona en ese lugar desde 1980 aproximadamente. La norma del 2000 no tuvo en cuenta la preexistencia de la escuela y determino la manzana como residencial. Al año 2006 un nuevo propietario solicita permiso para el funcionamiento de una escuela, el cual le es negado porque la norma no lo permite. Desde el punto de vista del funcionario medio, se debe cumplir la norma. No va la escuela. Pero desde el punto de vista legal, ¿Qué podría pasar con los derechos previos a la norma? ¿En que se sustentó el estado para reglamentar en el 2000 que el predio es de uso residencial y no institucional, siendo que la escuela existía desde antes del 2000? La ley estipula un estudio técnico que debe sustentar las acciones urbanísticas que debe asumir el estado para ordenar su territorio ¿Existen esos estudios técnicos en el caso de Barranquilla? Abordemos inicialmente una aproximación a la definición de lo institucional. Encontramos que la palabra institucional es un adjetivo y que su significado es relativo a la institución. A la institución se le define como la acción de instituir, también como cosa instituida. Igualmente, a cada uno de los órganos fundamentales de un estado o de una sociedad. De la misma manera, en Derecho, a cada una de las materias y figuras principales del derecho o de cualquiera de sus ramas: la patria potestad es una institución del derecho de familia. También se define como la colección metódica de los principios o elementos de una ciencia, arte, etc. En ese sentido cuando se dice que alguien es una institución, es que tiene el prestigio debido a la antigüedad o a poseer los caracteres representativos de aquélla. Encontramos una de las palabras que lo caracteriza: Representativo. Encontramos también el término institucionalización, definido como la acción y efecto de institucionalizar, como la legalización, en otros términos, la acción de legalizar. El termino institucionalizar, verbo transitivo, se define como convertir algo en institucional. Otros términos relacionados o que pueden guardar relación son instituir, verbo transitivo, definido como fundar, establecer, crear; y también como designar por testamento: instituir heredero. Encontramos la palabra instituto, la cual se define como corporación científica, literaria, artística, etc.; por ejemplo: Instituto de España. Otro significado es establecimiento de enseñanza, de investigaciones científicas, etc. También es el nombre dado a diversos establecimientos especializados: instituto de belleza. Así mismo, encontramos que en la terminología religiosa es el título que se da a una congregación de religiosos no clérigos o de laicos: el instituto de los hermanos de las escuelas cristianas. Ejemplos de otros son: Instituto de bachillerato, centro docente creado y sostenido por la administración del estado, para impartir las enseñanzas del bachillerato; o, Instituto politécnico, centro docente de formación profesional que además coordina y orienta los centros de formación profesional a él adscritos. No se ha encontrado, en la literatura urbana revisada, en que momento de la historia de las ciudades se comienza a utilizar el término institucional para designar un tipo especifico de establecimientos y de hecho a ciertos sectores de la ciudad. Una primera aproximación a una conclusión es que existe ambigüedad con respecto al término. Ahora, abordemos una aproximación a la definición de lo dotacional. Para ello, el otro término que vamos a abordar es dotación. Dotación, esta definido como la acción y efecto de dotar. También tiene el significado de aquello con que se dota. Igualmente, designa al personal de un taller, oficina, etc.; o a la tripulación de un buque. En el argot militar la dotación es el equipo que le sirve al soldado para su mantenimiento en la campana. En ese sentido dotación y equipo son sinónimos. Otro término que vamos a abordar es equipamiento, el cual se define como la acción y efecto de equipar. En donde equipar, es proveer de las cosas necesarias para un uso determinado. La palabra equipo significa equipamiento, y se define como el conjunto de ropas y otras cosas para uso particular de una persona, por ejemplo: equipo de novia. También, es el conjunto de objetos y pertrechos necesarios para un fin. O, Grupo de personas organizadas para un servicio determinado: equipo médico. O, Cada uno de los conjuntos que se disputan el triunfo en ciertos deportes: equipo de fútbol. Estas definiciones de pronto no son muy utilizables en estudios urbanos. Si recordamos que la ciencia urbana, sin cuerpo teórico inicial, toma prestado de las ciencias sociales muchos de los conceptos, términos y técnicas para su desarrollo. Encontramos que dotación y equipamiento se pueden tomar como sinónimos o como complementarios. El Equipamiento social, es el conjunto de medios y de inversiones a través de los cuales los agentes sociales promueven sus proyectos de acuerdo con sus necesidades y que necesitan el concurso financiero de las entidades públicas. El Equipamiento social comunitario, es el conjunto de dotaciones que debe suministrar la ciudad para que sus ciudadanos puedan desarrollar el conjunto de actividades de la misma. Podemos concluir sin terminar el recorrido que se pretende que el uso institucional se le ha asignado a las edificaciones que cumplen con finalidades de tipo dotacional de equipamientos sociales comunitarios. Otra diferenciación importante es el carácter de la edificación desde el punto de vista del agente que presta el servicio, ya sea público o privado, estatal o particular. Otro tipo de consideración a tener en cuenta es el uso zonal y el uso predial. El ultimo, uso predial, es el que se da predio a predio, en el marco de una norma zonal sea bruta, neta, especifica, principal, complementaria, etc. El uso zonal es el que se determina para un polígono de uso, el cual puede ser de diferentes tamaños dependiendo de los criterios de zonificación utilizados. Una cuestión que debe quedar clara es que, si se quiere que las ciudades comiencen a disminuir los desequilibrios sociales zonales, cada zona de uso residencial debe contar con sus respectivas dotaciones de equipamientos sociales comunitarios. Organizar sectores de la ciudad que cuenten con todas las facilidades para el desarrollo de las actividades urbanas. Ahora ¿Es el comercio un equipamiento o una dotación que necesita el ciudadano o la ciudad? La respuesta es si. [1] . En el estudio de la revisión del POT de Barranquilla se encontró que existen contradicciones e incompatibilidades de uso normativo en algunos sectores por la delimitación, dentro del suelo urbano, de algunos poligonos denominados como institucionales. En otros casos por existir dentro de poligonos residenciales usos mal llamados institucionales. Esta es una primera aproximación para la determinación de la localización del uso dotacional. Es el inicio de una hipótesis.
lfr
Noviembre, 2006[1]
¿Cómo jugó el Junior?
Como mecanismo alternativo de descanso entre el ir, venir, pensar, hablar, leer sobre la ciudad tomamos al Júnior. Júnior a secas. Ese es su nombre. Ahora como es eso de pensar, hablar, escribir sobre el Júnior. Todo el mundo lo hace. Aclaro que todo el mundo es Barranquilla. Barranquilla es cualquier lugar en donde se encuentre un barranquillero. Es hora de que se haga una campaña para todos los periodistas, léase bien, todos, nombre al Júnior como el Júnior y no como el Atlético o el Deportivo. Ni lo uno ni lo otro. Simplemente Júnior. La pasión. Es como el pecado de la calle. En casa no te dejan pero tú insistes. Es una adicción. Eres adicto. Estas perdido. Estas cegado por la pasión. Antes existía un motivo, un tiempo, un espacio, una rivalidad: Unión Magdalena. Los bananeros pintados de azul grana – como el barça pero sin su categoría y estrellato- se fueron al limbo y no comparten los mismos tiempos, espacios y lugares de la pasión. Al rallado enemigo o contrario –no se a ciencia cierta cual es- le ha pasado lo que a muchos, que por ser de todos ha terminado siendo de nadie. No todo el que intenta remplazar al pueblo es el pueblo. No todo el que intenta convertirse en el símbolo del pueblo es el símbolo. Me temo que el Júnior puede ir en el mismo camino. Terminara como las culpas: Cuando son de todos no son de nadie. ¿Sigue siendo un equipo de fútbol? Tal como se trata el asunto desde el local sistema mediático hay que esperar. Un abogado, amigo, futbolista de fin de semana, dice que el fútbol se acaba cuando aparece el técnico. Antes los equipos de fútbol los hacían los futbolistas, hoy los hacen los directivos y los técnicos. Ah! Y los gerentes deportivos: He ahí el caso de Valdano en el blanco madridista. Y, otros que están tratando de aprender, allende al otro lado del mar. Las crónicas de antes eran sobre las jugadas o sobre el modo de jugar ahora son acerca de las pruebas no de fútbol sino de alcohol, de la dormida, del sexo, de la alimentación, etc. Es sabido que el alcohol sirve para los golpes o de pregúntenle a las abuelas acerca del famosísimo ron compuesto. Leí en el periódico local acerca de cómo jugaron cada uno de los jugadores del Júnior y es raro ya que aunque los elogian terminan con una calificación mediocre. Es como el profesor que elogia a su grupo de alumnos pero al colocar la lista de notas en la cartelera todos rondan el 3 para pasar e sea el 6 de la mediocridad de los futbolistas. ¿Cómo los califican los profesores periodistas deportivos, los técnicos y gerentes deportivos? En últimas me quede con las ganas de leer como jugo el Júnior. Ah…¿Por qué todos son profesores? ¿Cómo jugo el júnior? No debería tratarse de opinar acerca de si jugo bien o mal, de si le gustó o no al periodista sino ¿Cómo se paró en la grama del elefante de la ciudadela? ¿Como fue su funcionamiento? ¿Cuál fue la estrategia de conjunto? ¿Cómo se utilizaron las individualidades? Me quedare por mucho tiempo sin leer como jugo el Júnior.
lfr
septiembre, 2008
Sobre caballeros
Ha días le han dicho a un ciudadano que no es un caballero. Textualmente: “Creo que no eres un caballero”. El pecado: Un número de celular. Para no faltar a la verdad en el sentido estricto no es un caballero, de los de antes me refiero. Los caballeros de a caballo. De los de alcurnia. De los que tenían permiso del Rey para montar a caballo, usar yelmo y armadura, tener feudo, bandera y escudo heráldico propio. Algunos caballeros no son de esos. Son de otro tipo. Si me preguntan ¿que si me habría gustado ser de esos? La respuesta habría sido ¡Claro que si! Y ¡Claro de no! Ahora, hay que recordar que la peonía es de a pie. Ahora algunos pertenecemos a la peonía. Mis hijos, por ejemplo, me insisten en que vuelva a comprar carro. No se como les dicen a “los de a carro”. Choferes no ya que esos son muy especiales. De pronto carrocheros, carroceros o cualquier otro derivado de carro. Existen los automovilistas –de auto- pero no es de nuestro uso colombiano. También se puede ser de a bicicleta. De a moto. A algunos los han educado con la urbanidad de Carreño. Mi abuela obligaba a seguir los protocolos de la urbanidad. Si tuviera la oportunidad le daría el puesto en el bus urbano a las señoras, ancianos y a los de niños de brazos. Solo camino. Si pudiera no colocaría los codos sobre la mesa, ni sorbería la sopa, esperaría la carne. Ya los colombianos no podemos sentarnos a la mesa a comer. Es un raro privilegio. Si pudiera le abriría la silla a las damas. Si pudiera. Se que deben quedar personas con buenos modales criados por las abuelas con las reglas de la urbanidad de Carreño. ¡Trato de amoldarme a los tiempos!
lfr
Barranquilla, septiembre 2007
Los hombres son de Marte. Las mujeres de Venus
Es el titulo de un libro escrito por JOHN GRAY. Dalianys se lo regaló a Johann para que se lo leyera y así mejorara su actitud pero el mancito nada que lee. En la visita de control que le hice a Cúcuta me lo regaló con el compromiso de que le enviara los resúmenes al maridito. Ya lo programé como un proyecto de lectura y he comenzado a hacerlo. La clave del libro es que hay que reconocer –volver a conocer- las diferencias entre hombres y mujeres para lograr unas excelentes relaciones de pareja. De todo tipo. En un aparte del libro el autor señala que una gran cantidad de personas han expresado: “Ojalá alguien me hubiera dicho esto antes”. Digo lo mismo. Es un texto difícil de resumir o, tal vez, demasiado fácil ya que tiene el formato de la mayoría de los libros sobre superación personal: “Es muy, demasiado, repetitivo”. Para cumplir, con lo ordenado y aceptado, tomé la decisión de identificar una serie de ideas –principales y -respetando al autor- convertirlas en frases en vez de hacer un resumen desde el punto de vista literario. Y, decidí enviarlas, además de a Johann, a todas aquellas personas a las cuales quiero (mucho, demasiado, poco, poquito, nada,…). De pronto les puede servir. Un abrazo para todos. Los quiero mucho. lfr. P.D. Los escritos llevarán el titulo de la sección del libro en el cual se encuentran las ideas y una numeración. Les recomiendo que los archiven para hacer un solo documento. Se los enviaré como archivo adjunto de Word para que les sea fácil la recopilación.
Les adelanto un poquito:
LOS HOMBRES SON DE MARTE, LAS MUJERES DE VENUS. JOHN GRAY INTRODUCCION 1. Más los hombres que las mujeres deben darse cuenta –entender- el significado del amor. Del amor incondicional.
lfr
octubre 2008
De regreso!
Estoy de regreso. Un poco lento pero seguro. Se está reeditando el blog. Espero sus comentarios.
lfr.
Febrero 2008
El sopor de la tarde
Sentir con placer y alegría el sopor de la tarde es elogiar más que al clima, al lugar y a la ciudad a la lentitud. En algunas partes llaman a eso pereza. Si lo es, es mejor que no poder hacerlo o no hacerlo. Me recuerda a alguien que me dijo alguna vez: “Si te dan ganas de comer un chicharrón teniendo dinero en el bolsillo y no lo haces, eres un esclavo.” Lo he cambiado a mi estilo: “Si te dan ganas de dormir en la tarde teniendo el lugar en donde hacerlo y no lo haces, eres un esclavo.” Hacerlo te libera. Cuando al filo de la tarde, se llega la hora en la que los ingleses se toman el té para tomar un descanso, te sientes libre. Lo mejor del sopor de la tarde y del obligado descanso es sentir como se eleva la humedad desde la piel lustrosa, preñada de sudor y ávida de frescura hacia el techo caliente en busca de una salida más para el alma y el espíritu que para elevarse hacia el cielo caribe. Es el tiempo y el lugar dignos de la pereza. Es el tiempo y el lugar propicios para hacer pereza. ¡Si eres del caribe! Es una de las grandes diferencias con otras latitudes. ¿Es una actitud nuestra? ¡No! Es producto de la región, del lugar, del espacio y tiempo que nos ocupa. Nos recuperamos para seguir viviendo el día hasta bien entrada la noche lo cual es algo que no se hace en todas partes. Contrario a algunos como mis hijos –jóvenes- que encienden el aparato de enfriamiento del aire –lo llaman aire acondicionado- se arropan con la cobija y se pierden de sentir la gracia de la tarde barranquillera: El bochorno de la humedad del caribe. ¡Uf! ¡Que calor! Queda bien una fría ¡Ahhh! Pero eso es otra cosa y motivo de otra reflexión.
lfr
Barranquilla, octubre, 2007
Vacaciones forzozas
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