Mi foto
Barranquilla, Atlántico, Colombia
Primero esencialmente caribe, después ambientalista, arquitecto, avaluador, urbanista. Distribuyo mi tiempo entre dos descansos: el del sopor de la tarde y el de la buena noche. Y, entre los dos, uno que otro cada vez que se puede. Lo suficientemente rápido para que mis hijos me digan ¡La tortuga veloz!

16 junio, 2013

El Demonio del celular Good Bye. Los sucesos de mayo del 2013.

Desde hace días la ciudad amanece brumosa, con una especie de sutil amenaza de lluvias, más al filo del mediodía se torna más calurosa que de costumbre y se disipa la bruma. Parece que presagiara un desastre. Mi abuela me decía que la ciudad, y se refería a Barranquilla, tenía alma, que había que quererla pero más que todo comprenderla para que te devolviera el amor. Ahora no tan tarde reflexiono acerca de ello y me doy cuenta que se refería al amor comprensivo.  Y, es que mi Abuela decía que en la juventud se aprendía y en la madurez se comprendía.  ¿Es amor festejar el cumpleaños de alguien? En todo el globo terráqueo parece ser que sí. Entre nosotros se sigue la tradición, y de que manera.   
He sabido de festejos largos. Desde los albores de la humanidad se dan festejos de muchos días. No voy a entrar en detalles históricos porque no es el caso, pero me parece conveniente traer a la memoria que a los hijos del Mello Blacho y Uldarica les gustan los festejos largos, muy, pero muy largos.  Hay que recordar por ejemplo que el niño Ge tuvo fiestas de dos días. Hubo fiestas de todas las clases, tamaños y colores. Famosas unas, otras no tanto. Entre las más famosas hay una de Blachito –el quinto hijo del Mello Blacho y el primero de Ulda- que comenzó un martes por la tarde a la salida de clases del Caro. A esos manes todo les iba derecho y como eran dormilones las clases las tenían por la tarde. El Blachito, se inventó la carreta de que no tenía clases y se fue de rumba desde ese momento hasta el amanecer del domingo y durmió de corrido hasta el miércoles por la noche. Nueve días. ¡Nojoda! Eso sí fue una rumba larga.  ¿Es posible que sea superada?
Si mal no recuerdo el día sábado 10 de mayo de 1975 la Niña Uldi tuvo los dolores que indicaban que su bordón venía a reclamar su lugar en la tierra y de manera especial en su hogar-taller. El man llego después que el Mello Blacho le había pagado a los zapateros. Tenía billete en el bolsillo. Y el hermano mayor también. En esa época el festejo por la llegada de un bebe se rociaba con alcohol de excelente calidad, en ese caso whiskey Johnny Walker (Keep Walking) Sello Rojo, que era la moda. Hoy creo que esa fue nuestra primera embarrada. Cuando el man abrió los ojos, un decir, vio a un combo de manes haciendo lo que ahora a el más le gusta: ¡ Mamar ron!
Pero no podía ser menos ya que era la venida del bordón después de 18 años. Son los años que le lleva el niño Ge. En este año 13 de la primera centuria del tercer milenio se cumplen 38 años del aciago acontecimiento. Muchos de bocas para afuera dirán que no están de acuerdo pero hacia adentro pensarán:
- ¡Joda! …. Si ¡ah!
Tuvo lo que quiso y más. Y sobre todo en las fiestas de sus cumpleaños. Y en el 2013 no podía ser la excepción. Que está en Bogotá, ¡No importa! ¡Hay que festejarlo!
Por muchos medios se supo que estaba preparando un viaje a su natal Barranquilla. El oráculo del Mello predijo:
-  ¡El Bordón viene! ¡Nojoda! ¡C…. de vaina tesa!
Estábamos en la primera semana del quinto mes del año. Las señales, indicios, mensajes y demás conducían a deducir que era verdad que el 10 de mayo la fiesta del cumpleaños seria en Barranquilla.
Fue difícil decidir si informar o no el insuceso por venir. Intenté callarlo pero no pude. Asumí correr el riesgo. Había que alertar a la ciudad. Corrí el riesgo de sufrir ataques verbales del tipo:
- ¡Ese man si es sapo!
Pero, no podía permitir que hubiese una desgracia en la ciudad y por eso los puse en alerta. Ya era un hecho que el bordón del Mello Blacho, alias “El Loco”, mejor dicho mi papá, que tanto había amenazado, venía a festejar –él dice pasar- su cumpleaños u onomástico en su ciudad natal –Barranquilla-. Y, le cayó viernes. Viernes 10 de mayo. Se cumplieron los pronósticos y arribó a la ciudad el jueves 9 en horas de la noche.
Antes de venir estuvo solicitando cotizaciones para el alojamiento y como una de sus características es ser más duro que un m….. de robot –algo así como mi Tio Douglas o Luis Antonio, el de Karen-; no había aceptado las tarifas de los hoteles a los cuales llamó para reservar cupo. En el primero le cobraron 30 mil barritas por guardarle el menaje y los días de estadía. El mancito se quedó callado. Mejor dicho, no aceptó. Le pareció muy caro, demasiado caro. El segundo le cobró 3 millones de barras por todo  el paquete. No dijo nada, pero los miro de reojo como pato mirando avión. Presumo –ahí la c….- que le pareció muy pero muy caro, demasiado caro. Me tocó como hermano mayor alojarlo en el apartamento de los sobrinos. Y, ahí si se j….la vaina porque el se ha comido él solito los 40 granos que nos repartimos entre todos. Y, a mí, me correspondió buscar un alma caritativa que me recogiera por unos días pero no la encontré. Amistades hay. Y, para acabar de completar el cuadro, según su información, no había consumido licor ni había tenido sexo desde que se fue para la fría capital.
Mejor dicho su mensaje fué: - ¡Prepárate Barranquilla! …. ¡N..j…!
Como me habría sentido responsable por omisión –no preavisar, no avisar, no reavisar y no requeteavisar del caso- decidí, en aras del beneficio colectivo y para minimizar la desgracia que se cernía sobre la ciudad, avisar a todos los lupanares, burdeles, cantinas, bares, casas de citas, estaderos, tiendas de barrio, esquinas y demás lugares de encuentro del barranquillero y a todas las meretrices, prepagos, collas, putas, “cachonas” y mama santas o “ambulatorias”, como les dice la Mona, que Johann Mass, alias el bordón estaría en la ciudad desde el jueves 9 de mayo.
Sus palabras fueron:
- ¡Barranquilla! …. Voy para allá a festejar mi cumpleaños … ¡Noj….! Y Hare lo que más me gusta:  - ¡Mamar Ron y …..!
El martes 7 de mayo a las dos o tres horas antes de que el mundo normal se fuese a dormir, el mundo del bordón Johann apenas comienza la jornada y se siente una desazón. Es la jornada nocturna. Es la jornada del mundo de las lentejuelas, brillos, joyas, vestidos y moda fresca y atrevida, maquillajes, etc. La jornada de copas triangulares, burbujas, Jerez, Bourbon, Merlot, Bucanans y Old Pares, sin dejar de lado el Medellín, el Aguardiente o el Bucaldas, la cocacola y el limón para completar el popular “Cuba Libre”. El mundo nocturno. El mundo que espera al gordito Johann el Bordón. Hago un paréntesis para una aclaración pertinente: Lo de “bordón” y “pechiche” es entre él y el Chinito Cristian. No pueden vivir el uno sin el otro. El uno Bordón de Mama Eva y el otro Bordón de Uldi.
Por esos días me llamaron de todas partes: Cachao, Rancho Currambero,  Rancho Currambero Norte, Siguaraya, Oro Puro, Karaoke, Trucupey, La Oficina de Checo, La Provincia, Pink Panter, La Troja, Donde Argel, Bachata, La Estación, Siglo XXI, Éxtasis, etc. (Nojoda! … Culo de lista). Todos querían lo mismo: - Saber y que además se les garantizara que el bordón Johann iba para allá a festejar su cumpleaños. No se querían perder del suceso del año y que el gordito se consumiera todo el licor de la bodega y que el personal del género complementario gozara de su sexi, atlética y extraordinaria presencia y compañía. Nadie sabía en dónde iba a recalar el gordito Johan para mam…. todo el ron del festejo de su cumpleaños. ¡Que incertidumbre!
El miércoles 8 de mayo el muchachito me envió un cortísimo mensaje:
- Ta buena La vaina jajajajaja...
¿No se cómo los afectó? Dado que me estaba preparando no fue una sorpresa. Debo confesar que no le creí cuando me dijo que venía para su cumpleaños y que llegada como a las 10 de la noche del jueves 9. Ha mentido tantas veces y sobre tantos temas. Ha roto tantas promesas. Más sin embargo: - ¡Cumplió! Cumplió su palabra y llegó el jueves 9 de mayo pasadas las 10 de la noche o past meridian, creo. Como no podía dejar de ser como es, me despertó. Dormía desde más o menos las nueve y media. Claro, que con mucha amabilidad y de manera muy, pero muy fraternal. Lo abracé desde la cama, me acomodé y seguí durmiendo. Últimamente me había sentido cansado al final de la tarde. No he consultado con quienes saben porque y como le resulta a uno que el cuerpo coge por el lado contrario al que uno quiere. A veces creo que puede ser que el baúl de las nostalgias le pesa a uno cada día más y por eso es la sensación. Recurro a las recomendaciones de la amiga del Tao y mejoro sustancialmente. Alguien me dice: - Es falta de vitaminas. Y, otros más pesados: - ¡Marica! …. Es la edad. Pensé en mandar a preparar mazamorra de plátano maduro para el guayabo del gordo y sus secuaces; pero, ¡Oh! Sorpresa: - El gordito –se le nota que ha rebajado como unos tres kilos de los 120 que pesa o pesaba al irse para la complaciente kapital- durmió en su cama. No salió la noche de su víspera, lo cual ha debido afectar a muchos, como por ejemplo Breyner y sus secuaces. Para rematar ese viernes 10 se levantó temprano y se fue a visitar a los hijos, pero antes me dijo:
- Hey Brother, tenemos que hablar.
- Me voy para Cartagena, le respondí.
- Ah, bueno entonces mañana cuando vuelvas nos sentamos en unos de esos sitios de café como Juan Valdés para que hablemos.
¡Nojoda! ¡Culo se seriedad y espiritualidad! ¡De vaina estaba preparado! ¿No sé ustedes? ¡Por eso no respondo!
A los que querían o esperaban rumba y francachela, mi abuelo les habría dicho:
- ¡Carajo! ¡Váyanse para la calle y dejen de j…. ¡
El famoso filosofo Leokratos, su sobrino, escribió:
- Tigre, amo y señor de Narnia como diría Alberto Peña. Ya estas poniendo en jaque al bordón, él no tiene la culpa del todo en sus acciones, es más os insto a realizar un pacto de no agresión pública y reconciliación de corazón y no de dientes para afuera; porque lo que está en juego es más que una burlita sino el honor y dignidad. ¡He dicho!
La reunión del onomástico (de masticar o sea comer lo que más le gusta al gordito) del Bordón se suponía tendría ausencias. El Chino en sus diligencias y yo, fuera de la ciudad. Pero no, todo lo contrario, todo el mundo presente. Los designios se cumplen.
El Gordito, el día de su festejo, incumplió su promesa y en la prima noche no me llevó en la gracia de Dios y de la Vida a tomarme un café sino que me abordó en el parqueadero del edificio y conversamos de algunas cosas trascendentales y privadas. Lo había invitado a para ir en la noche a un bailadero nuevo en la ciudad en donde presentan música en vivo, en especial un grupo de Son Cubano. El cover no consumible era de 5 mil barritas y la botella de whiskey 125 mil. Nada caro, más bien normalito. La idea era tomarnos un par de whiskey y bailar un rato además de gozar del conjunto en vivo. La compañía del sexo complementario no era problema dado que ambos gozamos por el momento de libertad para contratar franquicias. Y, ¡existia una invitación!
Para el resto de la parentela y amistades: - Cada quien paga su entrada y su consumo.
El ultimo hijo de Frank como siempre no había entendido nada de nada ¿Qué hacer con ese muchacho? Se le recomendó:
- ¡Noj....a! Utilice el método de Sherlock Holmes y dele pa’lante ...
¡Carajo! diría mi abuelo Fermín....
Dado que hubo malas interpretaciones por los mensajes en la red se publicó la siguiente aclaración:
“Todo forma parte de la vaciladera de la esquina barranquillera. Ni estamos enojados, ni vamos a consumir licor, ni vamos a salir a perniciar ni nada de nada; por lo menos el Chino Cristian y mi persona. El Gordito ¡No sé!
Que a veces la vaciladera se pone pesada es ¡otra vaina!
Mi abuela habría dicho: ¡Hummm! parece que no fueran ni Barranquilleros, ni hijos de los Mellos.”
El 6 de mayo a las 22: 51 el Chinito escribe:
- Gracias a Dios, se nos ha informado a tiempo, gracias Leoncito por el dato que es de gran utilidad, solo falto' un pequeño dato, que ha bajado varios kilos, Así que la ropa q te dejo' en el closet no le sirve, de pronto le sirve la de pocho y demás....
A las 23:46 el sobrino Ivan Fernandez P responde:
- Chinito estas equivocadoooo si le sirveee para cuando se vayaaa ya está gordo de tanto ron y tanta comida… fritos, butifarras, chinchurrias, etc. ahi se engorda y si le queda jajajajajajaj
El Chinito escribe:
- Erdaaa siii señor Ivan, debe ser record esa recuperación de peso, son 15 Kgs
El sobrino Ivan remata:
- Mi compadre camellito ahora evangélico pero del firme, una vez me dijo: - ..ivancito... cuando uno anda en las vainas malas… mamando ron y cosas así, esos son demonios, entidades, pero si tú te alejas y vuelves no pasa nada...pero si tú te alejas y buscas de Dios las cosas son diferentes...
Fue un aviso o una premonición. No sé.
Yo le dije una vaina y el hizo otra. Como siempre quiso cambiar su destino por aquello del libre albedrio –nunca le ha gustado que lo manden o le digan que hacer y en eso es igual a su padre- y monto a varios de sus compañeros de la noche en el viaje que emprendió pasadas las nueve.....
Le dije:
- Mire chino, acuérdese que a mí me cuidan mis ancianos. Pero el nada.
Y se le aparecieron sus compañeros de la noche. En forma de chica bailarina del tubo. En forma de vendedor de chinchurrias y demás. En forma de vendedor de butifarras. En forma de administrador del estanco. En forma de un pelao gordo y cabellón. En fin, en todas las formas posibles porque estuvieron en un largo recorrido por todos los estaderos, bares, cantinas y lupanares de la ciudad. Y para rematar, se le apareció el demonio del celular good bye en la figura de un chofer de taxi. Según la contabilidad llevada ligeramente por quienes anduvieron con él invirtió más de un tercio de su salario. Varios llones.
El chofer del taxi lo llevó a él y a sus acompañantes por media ciudad, de cajero en cajero, para sacar dinero en efectivo para seguir la rumba y no encontraron. Tuvieron toda clase de peripecias. En murillo con la 10 casi los atracan. Atracaron a unos pelaos que les adelantaron en el cajero. Buscaron a unos policías para que los ayudaran y no pudieron. Dice que me llamo al teléfono móvil pero no tuve llamadas perdidas de él. Pero no se le ocurrió llamar a la casa en donde le había dejado una importante suma para cubrirle las imprevisiones. El chofer, se le emputo y el muy alza’o me imagino llamó a unos policías y como consecuencia mientras estaba llamando el man le dijo:
- Dame acá gordo marica ¡Me pagas con el celular!
Y se fue con las puertas del taxi abiertas. El sobrino bobo con el que andaba casi se muere del susto y de la caída del taxi.
¡El chofer del taxi era el demonio del celular good bye