
Tener la oportunidad de ser jurado de un concurso nacional de diseño arquitectónico es además de un honor, una experiencia gratificante y enriquecedora. Coinciden un mismo lugar filosofías, enfoques, visiones y métodos distintos. Las diferencias se zanjan con lo más sencillo de uso en la arquitectura: Los principios.
El diseño de un colegio, como el Mega de Soledad, además de todos los criterios expuestos en las bases del concurso, apela al principio base de diseño para la actividad principal del edificio, cual es el aprendizaje, y su lugar. El aula.
El aula debe cumplir con unas condiciones arquitectónicas mínimas de confort higrotérmico y ello se consigue naturalmente con la orientación correcta y un diseño adecuado para controlar las condiciones naturales adversas (sol y humedad) y aprovechar las ventajas (vientos). Acuerdo unánime. Lo más sencillo es por lo general lo más adecuado. Los tres principios vitruvianos de la arquitectura tienen su fundamento en la sencillez.