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Barranquilla, Atlántico, Colombia
Primero esencialmente caribe, después ambientalista, arquitecto, avaluador, urbanista. Distribuyo mi tiempo entre dos descansos: el del sopor de la tarde y el de la buena noche. Y, entre los dos, uno que otro cada vez que se puede. Lo suficientemente rápido para que mis hijos me digan ¡La tortuga veloz!

08 marzo, 2008

Los perros que tenemos

Martín Lutero, expresó alguna vez que tenia tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia, y que, cuando mordían dejaban una herida profunda. Existen personas que tienen muchos más perros peligrosos que los tres que tenía Martín Lutero. De esos otros, muchos mas, perros peligrosos me preocupan –intento no hacerlo pero no he podido- la imaginación fantasiosa desbordada y fuera de control –la suposición- y la ira. La suposición, porque está considerada como la madre de todos los conflictos. Y, porque, además, conduce hacia la ira. Y, la ira, porque sus heridas –las de ese perro peligroso- son cada vez más profundas, más dolorosas, más difíciles de ocultar porque son incurables. Dicen las leyendas amerindias que la rabia animal es curable pero que la ira humana ¡no es curable! --lfr.

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